YouTube: sexto aniversario
Salvador Medina Armienta
Hace seis años, un día de San Valentín, salió al mundo sitio de internet con una premisa muy básica: dar a los usuarios la posibilidad de subir videos y hacerlos disponibles al mundo entero. YouTube surgió como el epítome de lo que la red buscaba ser. Y lo logró.
Claro que las demandas por derechos de autor, los videos de borrachos en el alcoholímetro y torturas de sicarios del narcotráfico, no fueron el propósito de YouTube (como las llamadas de broma no fueron la razón por la que Graham Bell creó el teléfono). Y si bien una gran parte de lo que conforma este sitio es “basura”, su legado es evidente.
Escribe Chris Jones en Esquire que YouTube se ha convertido en la ventana más terrorífica a nuestras almas. “Representa el triunfo de la matemática simple. Provee una lista perfectamente calibrada, con cientos y miles de entradas, de las cosas que nos gustan tanto como las que no”.
Y si bien YouTube parece también un propulsor de popularidad y de celebridades (ver Justin Bieber), no podemos dejar de lado los cambios culturales que ha provocado y su fin último: la difusión de conocimiento.
Así como hay videos de las comedias que evitamos a toda costa, podemos encontrar clases de profesores en las mejores instituciones de educación superior del mundo. Apenas hace dos años, Barack Obama, utilizó YouTube como plataforma para hacer llegar su discurso a todo su país, y más importante aun, al mundo.
Si es bien utilizado, YouTube se vuelve una herramienta educativa, de difusión cultural, de compendio de conocimiento. Si universidades como Berkeley en Estados Unidos utilizan este medio para difundir clases con sus mejores maestros, en países como México podemos utilizarlo para llegar a rincones donde el acceso es difícil.
Internet es importante por una sencilla razón: sus limitaciones se modifican según nuestras capacidades crecen. Hoy la cobertura ya no es un problema tan grave para la educación básica, media y superior como antes, pero la calidad, sí. ¿Qué pasaría entonces si un organismo crea un compendio de clases con los mejores profesores del país y las hace disponible a todo el mundo a través de YouTube? Las barreras y espacios se reducen.
El ejemplo de las universidades alrededor del mundo debe ser utilizado para moldear y modificar la educación superior a nivel nacional. No existen pretextos para no hacerlo: las nuevas tecnologías proveen el espacio y nosotros, el contenido. Es así de sencillo.
Nada mal para un día de San Valentín.
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