Una oda a David Letterman
Salvador Medina @ayudamemalverde
Es un año de despedidas en la televisión. Jon Stewart deja su importante The Daily Show. Llegó a su fin la trascendental Mad Men. Y el mejor conductor de late night de la historia, ha dejado su lugar para siempre. David Letterman, ese conductor conocido por su ingenio, su rapidez mental y encanto inigualable, transmitió anoche su último programa.
El anuncio de su retiro causó olas de rumores pero, más que nada, una especie de vacío entre propios y extraños. El peculiar conductor que durante años tuvo una guerra abierta con Jay Leno para ocupar el lugar que dejaría Johnny Carson (conflicto que llevaría incluso a una película al respecto), es considerado por muchos el hombre que cambió el concepto de late night en Estados Unidos.
A diferencia de otros conductores cuya integridad se vio comprometida con el trabajo que significaba conducir todas las noches un programa, Letterman realizó siempre su trabajo con gracia, con honestidad y sin tapujos. Entendió siempre que un programa puede ser más que un espacio para que celebridades cuenten sus anécdotas y vendan un producto.
Quienes tuvieron la fortuna de pisar el teatro Ed Sullivan eran meros invitados. Letterman no estaba ahí para ayudarles a impulsar su agenda publicitaria o su próxima película. Se trata de un conductor que iba a hacer lo mejor para brindar un grato espectáculo en ese momento, aunque algunas de las más grandes estrellas se llegasen a sentir incómodas por ello.
Por su programa pasaron cientos de personajes que deben pate de su éxito a la oportunidad que Letterman les brindó. Su amistad con Bill Murray, Jerry Seinfeld, así como su enemistad con Maddona y Oprah, mostraron las facetas del comediante. Y Letterman no estuvo lejos de escándalos. Conocido fue una serie de amoríos con mujeres de su staff tras haber sido chantajeado por ellas. Letterman habló al aire sobre ello y se disculpó.
Pero incluso esas caídas no lo detuvieron. Tras 33 años de éxito ininterrumpido, su programa se volvió un ejemplo de frescura y originalidad, un ejemplo para nuevas generaciones.
No hay duda que más que Carson y Leno, Letterman es el estándar para los conductores de televisión nocturna.
Dijo Conan O’Brien en su tributo a Letterman que jamás volveremos a conocer en esta vida a alguien con su integridad cómica y talento. Y es cierto. Es verdad que Stephen Colbert hará un gran trabajo, sin duda. Pero el legado de Letterman está ahí como muestra de que la televisión puede ser arte. Un programa de entrevistas es capaz de generar genuino interés en la gente.
Y cuando un comediante es capaz de elevar a arte algo tan simple, es digno de ser reconocido y recordado por todos.
Hasta siempre, Dave.
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