Thelma – Reseña
Desde su papel en Nebraska, June Squibb ha tenido un segundo aire digno de estudio. Dentro de sus memorables papeles, Thelma es la cereza del pastel, una película llena de vida, emocional y entretenida de principio a fin.
En Thelma: Una abuela en acción, Squibb interpreta el papel titular, una anciana de 90 años que vive sola y es visitada por su curioso nieto Daniel (Fred Hechinger), quien le enseña a navegar las vicisitudes de la vida digital. Para Thelma, todo ha cambiado. No sólo lleva dos años viviendo sin su esposo, sino que se rehúsa a aceptar su realidad.
Una llamada fraudulenta, común en México pero algo inusual en Estados Unidos, saca a Thelma de su tranquilidad. Un joven pretendiendo ser su nieto le asegura haber sido arrestado por chocar con una mujer embarazada. Para liberarlo, debe enviar 10 mil dólares a una dirección postal. En todo el proceso, llama a su hija Gail (Parker Posey), el esposo de ésta Alan (Clark Gregg) y al propio Daniel pero nadie toma su llamada.
Cuando todos responden, es demasiado tarde: el cheque ya está en el correo.
Aunque Thelma acude al banco con su familia donde le aseguran que no hay mucho que hacer, ella no piensa quedarse de brazos cruzados. Inspirada por una noticia sobre Tom Cruise y harta de estar atada a su hogar, acude a robar el scooter de Ben (Richard Roundtree), un amigo que vive en un asilo. Pero él no piensa dejarla sola, ni alejarse de su nuevo scooter.
Es así que ambos salen a la ciudad a encontrar a los culpables y hacerlos pagar por lo que le hicieron.
El optimismo de Thelma no claudica pese a su falta de preparación ante el mundo real, agresivo y cada vez más digital. El contraste entre los clichés de las películas de acción y la nobleza de Thelma, hacen que el humor tenga un gran balance con los temas que Josh Margolin pone en debate.
El enlace emocional de Thelma yace en sus relaciones con Ben, una persona a la que resiente por haberse entregado a la vejez y con su nieto Daniel, una especie de pez fuera del agua que no se encuentra cómodo en ningún lugar excepto en la casa de su abuela, ayudándola a navegar en internet.
Margolin hace un extraordinario trabajo en los contrapuntos de comedia, melodrama y acción, enalteciendo el papel de las personas adultas en nuestra sociedad y nuestra percepción de ellas. Thelma es una obra extraordinaria, entretenida e hilarante.
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