‘Terminal’ – Reseña

Jun 26 • Spoiler Alert • 2669 Views • Comments Off on ‘Terminal’ – Reseña

Salvador Medina @ayudamemalverde

Margot Robbie, quiero hablar contigo. ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo te sienta el matrimonio? ¿Bien? ¿Tu salud? ¿Familia?

Porque exijo una explicación para esto: ¿por qué razón aceptaste protagonizar Terminal? ¿Juay da Términal? ¿Firmaste un contrato que no debías? ¿Perdiste una apuesta? Dime. ¿Te llevas mal con tu agente? Con confianza. Porque de otra manera, ¿por qué arriesgarte a protagonizar en una película que no hace sentido alguno, sin pies ni cabeza y que parece el sueño ácido de un estudiante de cine que cree tener una buena idea?

Aquí vamos… *toma aire*

Terminal es el vástago de Vaughn Stein, un experimentado encargado de segundas unidades pero que hace su debut como director. Y esa inexperiencia se nota principalmente en el guión. La sinopsis dice así: Terminal “sigue a dos asesinos con una siniestra misión, un maestro con una enfermedad mortal, un enigmático conserje y una mesera con doble vida. Consecuencias mortales se desenmarañan cuando sus vidas se intersectan por un mente maestra criminal que busca venganza”.

Pero Stein no lo hace tan sencillo. Por razones ajenas a la razón humana, alarga cada historia con momentos innecesarios, traiciones esperadas y momentos completamente absurdos.

En Terminal, Margot Robbie es Annie, dicha mesera con una doble vida. Al mismo tiempo cuida el turno nocturno de un comedor donde sólo hay un comensal: Bill (Simon Pegg), ese maestro con una enfermedad mortal. En un flashback nos muestra Stein que un doctor al que no le importa un carajo su oficio le dice que se va a morir. No es cáncer ni sabe qué es lo que tenga pero es seguro que muera. Y le ofrece una paleta.

Al mismo tiempo, un par de asesinos pagados Vince (Dexter Fletcher) y Alfred (Max Irons), están en medio de una misión. No saben al cien por ciento de qué se trata pero han sido contratados por Franklin, una voz anónima que los mueve como títeres detrás de bambalinas (lo sabemos porque además todo el tiempo nos muestran cómo todo está siendo observado a través de cámaras ocultas).

Y participa también en la acción el mencionado conserje, interpretado por Michael Meyers, quien juega un papel de mensajero y cómplice de la acción al mismo tiempo que parece no hacer mucho.

Hasta ahí estamos más o menos claros. Pero es cuando comienza a desenvolverse la acción y salen a la luz las verdaderas intenciones de los personajes, que vemos lo que hay al final del túnel. He aquí el problema: no hay nada que valga la pena en la meta.

Stein es obvio en las “revelaciones” y traiciones (excepto en la final, que es gratuita e innecesaria). En toda la película, prioriza lo estético sobre la narrativa.Y sí, se ve cool por momentos, pero no es interesante ni sutil para ocultar lo que se lee entre líneas.

Terminal es un desastre en todos los sentidos. Un desastre estético pero un desastre al final. Claro que Robbie y Pegg siempre hacen su trabajo y se destacan en ello. Pero eso no es suficiente para rescatar una película que pretender ser mucho más de lo que es. 

 

 

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