‘Submergence’ – Reseña
Salvador Medina
Dos de los mejores actores de la actualidad se unen para traer a la pantalla un best-seller sobre dos personajes atados a la distancia a un naciente amor, todo de la mano de un destacado y reconocido director. Ésta suele ser una fórmula de éxito. Pero en el caso de Submergence (Inmersión), basada en la novela de J.M. Ledgard, se trata de un esfuerzo repetitivo que se hunde en el intento.
Dirigida por Wim Wenders, Submergence cuenta la historia de Danielle Flinders (Alicia Vikander), una científica dedicada al estudio del fondo del mar, y James More (James McAvoy), un espía británico. Desde que se conocen en un aislado hotel en la costa francesa, previo a dos misiones en que ambos habrán de embarcarse, surge un romance inusual y apasionado.
Pese a que ambos suelen aislarse de las relaciones, bajan la guardia para abrirse al amor. Pero en el mundo real, las cosas cambian por completo.
James es tomado rehén por radicales en una cárcel de Somalia mientras Danielle pasa su tiempo tortuosamente esperando la llamada que no llega. A distancia, ambos recuerdan los días que pasaron juntos y que les sirven para superar los contratiempos del día a día.
Con una narrativa que salta de pasado a presente, Wenders pretende vendernos una historia a través del tiempo. Pero lo cierto es que se tropieza consigo misma para contar una historia de amor burda y aburrida. Pese a que tanto McAvoy y Vikander hacen lo mejor con lo que pueden, es la dirección y el tedioso guión lo que evitan que Submergence sea una película entretenida.
Si bien está magníficamente fotografiada y existe una genuina química entre sus protagonistas, es difícil navegar y superar su narrativa.