Spider-Man y la vida después de Avengers
Salvador Medina
Para quienes están cansados del género de superhéroes y esperan que el modelo llegue a su fin, debe ser agotador que prácticamente cada película se sienta relevante y entretenida. Lo que parecía la cúspide de los cómics traídos a la pantalla en la más reciente entrega de Avengers, se sentía como el justo final a una época de excesos y muchos efectos visuales.
Pero si somos honestos, pese a la recarga de personajes, historias, películas, secuelas, e incontables esfuerzos, el productor a cargo de todo ello, Kevin Feige, entendió el corazón de lo que representan los superhéroes, y nunca se decantaron por salidas fáciles o aburridas, sino que buscaron siempre innovar y sorprender. De ahí que esa entrega haya recibido halagos de críticos y espectadores, que dimensionaron la tarea encomendada y el resultado final.
Pero mención a parte merece la franquicia de Spider-Man, cuya problemática había arrastrado al estudio a cargo, a darse por vencido con la que parecía una combinación ganadora de Andrew Garfield y Emma Stone. Sin embargo, ese universo fracasó y se necesitó de una reingeniería narrativa.
Con Tom Holland representando al icónico personaje, y con personas capaces al mando, Spider-Man ha dado un giro significativo, regresando a su esencia original y trayéndole una infusión necesaria a una franquicia con mucha vida por delante.
Spider-Man Far From Home (Spider-Man Lejos de Casa) no es sólo la primera película del superhéroe después del categórico éxito de Avengers: Endgame, sino la primera de todo Marvel. Es, por eso, que las expectativas son grandes no sólo para la franquicia, sino para el universo del estudio y lo que vendrá después.
Pero Lejos de Casa toma un giro para alejarse de las épicas en que el destino de todo el universo está en juego, y se retrae para contar la historia de un joven que está descubriendo quién debe ser ante las amenazas de fuerzas externas que ponen en peligro a los suyos.
Más que enfocar esta reseña en la anécdota de Lejos de Casa, los antagonistas y el futuro del universo Marvel, vale la pena entender por qué se trata de un acierto: los productores recordaron de qué se trata Spider-Man, sus virtudes y carencias, y su papel en el mundo y como persona.
Peter Parker (Tom Holland) quiere una vida normal. La presión natural de ser el sucesor de Tony Stark, parece demasiado para él. Sobre todo cuando lo único que él quiere es conocer a MJ (Zendaya). Es decir, tener una adolescencia normal. Y es ese contrapunto lo que provoca que Lejos de Casa se sienta como una película que nos deje llegar todavía más al fondo de quién es Spider-Man.
Es claro que si detrás del universo Marvel siguen poniendo tal atención al detalle y a la historia, éste continuará por un tiempo significativo y con grandes resultados. Pero es todavía más emocionante, para los aficionados de Spider-Man, saber que esta franquicia está en manos capaces, de personas interesadas en seguir haciendo productos relevantes, y que enaltezcan una narrativa que todavía tiene sorpresas para todos.