‘Shirley’ – Reseña
Salvador Medina
Elisabeth Moss se ha convertido en la actriz más emocionante de la actualidad. Todo lo que toca es un proyecto digno de nuestro tiempo y atención. Mad Men, Top of the Lake y The Handmaid’s Tale han sido su consolidación en televisión y le han ayudado a ganar todo. En el cine, su trayectoria ha sido igual de larga pero más discreta.
Fue Invisible Man de este año (que reseñamos aquí) apenas su primero y merecido papel estelar. Como era de esperarse, Moss elevó la película y se apoderó del papel. Se trata de una actriz que no hace nada a medias tintas y que siempre se entrega a todo lo que hace.
Shirley, selección oficial en Sundance, es una nueva demostración de su infinita capacidad de mimetizarse y convertir cada cuadro en una cátedra.
En su nueva película, Moss interpreta a la reconocida escritora de horror Shirley Jackson. Inspirada en la novela de Susan Scarf Merrell, explora la relación entre Shirley (Moss) y Rose (Odessa Young), una joven que llegar a vivir con ella por un tiempo y termina siendo alguien esencial para su proceso como creadora.
Ambas encerradas en relaciones con hombres egocéntricos, comienzan a involucrarse en sus vidas y ayudarse mutuamente. La personalidad de Shirley es ácida y atractiva para alguien como Rose, quien primero se ve repulsada por ella. Pero en el proceso, comienzan a abrir puertas que parecen tener respuestas que no desean encontrar.
Dirigida por Josephine Decker, Shirley es un retrato inquietante y perturbador de un alma solitaria. Moss, como es de esperarse, es brillante y provocadora. Y Knox es una revelación, hipnótica de principio a fin. Además del siempre notable Michael Stuhlbarg como el esposo de Shirley, la dirección es pesada y hace que el ritmo decaiga en lugar de fluir de manera natural.
Pero Shirley es lo suficientemente interesante para tener al espectador a la expectativa de lo que va a suceder después. La ambientación y el tono hacen que se trate de una película sobresaliente.