‘Rápidos y Furiosos 8’ – Reseña
Salvador Medina @ayudamemalverde
Una de las franquicias más exitosas, taquilleras y extremas del cine contemporáneo está de regreso. Y lleva al extremo como nadie más, una trama llena de fuego, explosiones y todo lo que podemos esperar de Fast & Furious.
De la mano del director F. Gary Gray, cuya Straight Outta Compton fue sin duda una de las mejores películas de 2015 y la gran ausente de las premiaciones de 2016, The Fate of the Furious (Rápidos y Furiosos 8) llega recargada y con uno de los miembros fundadores del grupo al borde de abandonar a la familia.
En esta ocasión, se enfrentan a Cipher (Charlize Theron), una “terrorista tecnológica” que, a base de amenazas, obliga a Dom (Vin Diesel) a traicionar a los suyos para proteger algo que desconocía. No sabemos en un principio qué es lo que Cipher a Dom en un celular que lo hace dar la espalda a los suyos, pero debe ser algo serio. Pronto descubrimos que Cipher no busca dinero o poder de la forma en que otros villanos, sino que desea que los gobiernos del mundo sean juzgados por sus crímenes. Es entonces que Mr. Nobody (Kurt Russell) convence al equipo de trabajar para él y detenerlos. Esto implica meter a Luke Hobbs (Dwayne Johnson) a la cárcel para liberar a su odiado rival Deckard Shaw (Jason Statham).
Con más de 4 mil millones de dólares acumulados en taquilla y un nuevo director, uno pensaría que el corazón de la franquicia, anclado en los valores de lealtad y hermandad, se vería comprometido. Pero lo cierto es que se trata exactamente de lo que esperan quienes han disfrutado de las películas anteriores: un gran pretexto para emocionarse viendo explosiones, persecusiones y más maneras inverosímiles de filmar una película de acción.
En un lado más de personajes, la ausencia de Paul Walker es notable. Pese a que se trata de un actor que no siempre pudo sostenerse como protagonista fuera de la franquicia, era sin duda el alma de Rápido y Furioso. Pese a que en el universo de la película su personaje existe fuera de pantalla y nos hacen saber que se encuentra bien y viviendo una vida tranquila, no deja de ser una decepción no poderlo disfrutar haciendo lo que mejor sabía hacer.
Sin embargo, Rápidos y Furiosos 8 es exactamente lo que esperamos de la franquicia: el estilo desenfrenado que tanto disfrutamos, stunts ridículos y peligrosos y una historia inverosímil pero que nos hace sentir que el cine está hecho pra esto.
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