‘Querido Evan Hansen’ – Reseña

Nov 10 • Spoiler Alert • 1146 Views • Comments Off on ‘Querido Evan Hansen’ – Reseña

Salvador Medina

Tanto el musical ganador de innumerables Tonis en 2015, como la película inspirada por él, tienen incontables detractores. La figura de Evan Hansen puede ser una de dos cosas: un engañoso personaje motivado por ganarse el amor de la chica que no reconoce su existencia o un esperanzador ejemplo de lo que la depresión puede provocar en los jóvenes. Pero Dear Evan Hansen puede ser más que eso: un duro y complejo retrato sobre un personaje al borde del abismo aferrándose a lo único que lo puede sacar de él: mentir sobre quién es.

Conocemos a Evan Hansen (Ben Platt) en un momento oscuro de su vida. El verano está por terminar y los prospectos para su último año de preparatoria son pequeños. Evan no tiene amigos, su depresión y ansiedad dominan todos sus movimientos y regresa a clases con un yeso en su brazo por haberse caído durante su trabajo de verano. Lo más cercano a un amigo es Jared (Nik Dodani) quien le recuerda a Evan constantemente que es sólo “un amigo de la familia”. De lejos, Evan observa todo sobre Zoe (Kaitlyn Denver) pero su ansiedad no le permite siquiera acercarse.

Entre las tareas de Evan para superar su depresión, está el hacerse cartas dirigidas a él mismo que lo ayuden a motivarse. Todas inician con un “Querido Evan Hansen…” y le permiten crearse expectativas sobre cómo afrontar el día a día. Parece algo menor pero parece estar ayudando en su recuperación.

Un día común de clases, Evan escribe una de sus cartas motivadoras en la computadora de la escuela. Al imprimirla sin querer, llega a manos de Connor (Colton Ryan), el hermano de Zoe. Momentos antes, Evan y Connor parecían estar teniendo un intercambio cordial. Connor incluso firmó el yeso de Evan. Pero Evan toma la carta como una provocación a Connor quien huye con ella.

Días después, los padres de Connor llegan a la escuela a buscar a Evan y preguntarle por su relación con su hijo. Evan confiesa que en realidad no lo conoce pero cuando los padres le comentan que la carta fue lo único que encontraron en el cuerpo de Connor tras quitarse la vida, Evan cede a la mentira. La firma de su hijo en el yeso de Evan, los hace aferrarse a un hijo que realmente no conocieron, un adicto en recuperación que no tenía una verdadera relación con ellos o con Zoe.

Es así que Evan se inventa una relación con Connor, primero por sentirse parte de algo y después como una forma de reinventarse. Se reinventa, tiene nuevos amigos y más aún, una relación cercana con los padres de Connor y con Zoe. La tensión surge cuando Evan comienza a hundirse más y más en esa personalidad sin pensar en las consecuencias que ello puede traer para todos.

El aspecto musical que mantiene de la obra original, mantiene un gran balance entre los momentos melodramáticos y la trama. Y es ese equilibrio lo que logra sostener la película a flote, sin dejarnos llevar por la manipulación de Evan y las consecuencias de sus acciones.

Y aunque Ben Platt se siente como un adulto y no un adolescente en su último año de preparatoria (el maquillaje y peinado de Platt son un constante distractor) su talento y química con Kaitlyn Denver son el corazón de la película.

Querido Evan Hansen puede ser un poco larga y estancarse en ciertos momentos de exposición pero la trama es suficientemente poderosa y emotiva para mantener al espectador involucrado hasta el último momento. Hay momentos en Evan Hansen para todos.

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