‘Por Un Hijo’ – Reseña
Salvador Medina
El tema de las batallas por la custodia de hijos y el divorcio, puede ser algo rebuscado en el cine. Se han realizado ya incontables producciones con resultados mixtos. Proyectos memorables como Kramer Vs Kramer, Scenes From A Marriage, The Squid and The Whale, han establecido una vara alta para otros cineastas.
Xavier Legrand escribe y dirige Jusqu’à la garde (Por Un Hijo), un brutal retrato sobre el divorcio y la separación, cuyo resultado final es poderoso y notable. De ahí que haya merecido los máximos honores en los Festivales de Venecia y San Sebastián.
Los primeros quince minutos de Por Un Hijo nos colocan sobre la mesa todos los elementos. En una audiencia, Antoine (Denis Ménochet) y Miriam (Léa Drucker) argumentan a través de sus abogados por la custodia de su hijo menor. Josephine (Mathilde Auneveux), de 18, no quiere ver a su padre, pero la corte no puede intervenir por tratarse de una mayor de edad. En cambio, Antoine quiere la custodia compartida de Julien (Thomas Gioria), el menor de los Besson.
Sus abogadas comparten las opuestas perspectivas sobre la vida en pareja que han tenido. Tras la entrevista con el pequeño Julien, quien se rehúsa a tomar las llamadas o si quiera encontrarse con su padre. Y debido a que Miriam ha cambiado de teléfono en distintas ocasiones, Antoine no ha tenido contacto alguno con su hijo.
Según las palabras de Miriam, leídas por su abogada, Antoine es violento con ella y sus hijos. De ahí que no busque recibir compensación económica, sino únicamente la pensión de Julien. Además, tiene testimonios de sus padres sobre las acciones de su todavía esposo aunque, como se lo hace saber la jueza, al no tener pruebas contundentes, significa poco para su caso.
Del otro lado, la abogada de Antoine pinta un panorama opuesto: Antoine es respetado por sus pares, compañeros y familiares. Además, únicamente busca estar cerca de Julien y ser parte de su vida, así como proveer por él.
Cada incidente en el que Miriam acusa de violencia a Antoine, él tiene una explicación para ello. De ahí que la jueza se cuestiona: no sé quien sea el más mentiroso de los dos. Y así, comienza Por Un Hijo, con todas las cartas sobre la mesa.
Legrand, quien escribe y dirige su primer largometraje, lo hace con una maestría inusual. La historia nos va presentando una trama que se va desarollando lentamente, bajo la superficie, in crescendo, poniéndonos la verdad frente a nosotros. Hasta que todo se conjuga para presentarnos un clímax brutal.
Se trata de un retrato incisivo sobre la manipulación emocional, el abuso y la masculinidad tóxica. Y además, es una crítica al sistema de justicia. Una vez que las personalidades se revelan, Por Un Hijo es un intenso viaje al corazón del divorcio y lo que puede provocar en las familias.
La ejecución es magistral y Legrand se muestra como un conocedor de la narrativa. Sin duda, las actuaciones son el punto más alto de la película. Es increíble la labor de Thomas Gioria. Las circunstancias son abrumadoras para un actor de su edad, pero ejecuta su papel a la perfección. Se muestra virtuoso como el hijo que le oculta la verdad a sus padres para protegerlos.
Emocional y realista.
Related Posts
« ‘Forever’ de Prime Video Gemma Chan, la Mujer de Noviembre »