‘Plan V’ – Reseña
Es difícil entender cómo una película con el nivel de producción de Plan V no reparó en algo tan básico como construir una película narrativamente coherente. Es más sorpresivo todavía cuando la película dirigida por Fez Noriega tiene cuatro créditos de guionistas y uno de la historia. Y quizás ahí yazca el problema: en este afán de tener tantas visiones, el guión es una especie de Frankenstein sin pies ni cabeza.
Plan V tiene una historia tan sencilla como irreal: Paula (Natasha Dupeyron) es la hija de un afamado y respetado profesor de robótica en el Instituto Tecnológico de México. Desde pequeña, ha mostrada interés por la misma carrera que su padre. Pero cuando crece, se pierde en la vida de su novio Chema (José Carlos Femat), reconocido actor de telenovelas que lo lleva a todas sus presentaciones y alfombras rojas como un mero accesorio.
Paula pierde esencia de quién es. Lo único que la mantiene en la tierra son sus amigas Fernanda (María Gabriela de Faria) y Jennifer (Stéphanie Gérard), con quienes vive en una fastuosa casa, con empleados domésticos y todo, y sin que se nos haga entender el porqué (uno de los incontables pecados de Plan V).
Cuando le tiene preparada una sorpresa a Chema, Paula se esconde en su departamente. Es ahí que descubre que no sólo la está engañando, sino que su novio es gay. Con el corazón roto, Paula encuentra refugio en Fernanda y Jennifer. Es así que surge el “Plan V“: si las mujeres como Paula se clavan con quienes pierden la virginidad, lo mismo debe aplicarse al sexo masculino.
Paula y sus amigas recorren el mundo geek hasta que la vida los lleva al lugar que lleva el nombre de su padre. Y ahí, encuentra a un profesor (Arath de la Torre) que trabajaba bajo la tutela de su padre. Justo en ese momento, arrancará un curso de robótica que culminará en una lucha entre robots, en la que incluso participó su padre.
Es entonces que conoce a Luis (José Pablo Minor) y con la ayuda de sus amigas (quién sabe cómo diablos), hackean toda la información de su computadora para comprobar que es virgen y que es la “víctima perfecta”.
Hasta aquí todo claro. Pero todo mal.
Fez Noriega no logra capturar el espíritu geek (tampoco lo hace el guión, pero al final el resultado final es consecuencia de la visión del director). Al contrario, en lugar de traer al mundo superficial de Paula y sus amigas una verdadera conexión entre dos opuestos, no hay profundidad en la trama o en los personajes para hacerlo. Noriega lleva los clichés y nichos al ridículo, abusando tanto de ellos que cae en lo repetitivo.
Los personajes principales obtienen recompensas de la nada: Paula resuelve un problema leyendo en una noche la biografía de todo el curso. En lugar de que realmente aprenda algo que la haga crecer, se encuentra con un triunfo regalado. Y de aquí que no exista una verdadera empatía con la protagonista.
Es un desperdicio, puesto que las actuaciones están ahí. Pero en ocasiones, Dupeyrón se encuentra nadando sola, reaccionando a lo que está a su alrededor sin una postura clara sino su puro instinto. Además, María Gabriel de Faria interpreta un típico personaje del género, pero lo hace con presencia y personalidad suficiente para salirse con la suya pese a que lo hace por su cuenta. José Pablo Minor también lo hace bastante bien, sin exageraciones o sobreactuando, simplemente recayendo en su talento y generando bastante empatía en el espectador.
Lo cierto es que dentro de la abrumadora oferta de comedias mexicanas recientes, Plan V hace poco por destacarse. Pero el talento en pantalla hace que se trate de una experiencia agradable y al menos, reconfortante. Si bien no memorable.