‘Operación Overlord’ – Reseña
Salvador Medina
Los críticos de cine aman despedazar lo que sea que lleve el nombre de J.J. Abrams. Como ferviente seguidor del cineasta, pero honesto crítico de sus menores esfuerzos (como The Cloverfield Paradox que produjo), vibro cada vez que un producto trae su sello. Y es que Abrams se ha caracterizado por ser una especie de artesano “pop”.
Sus películas, ya sean clásicas series de televisión o esperados blockbusters, siempre poseen características que nos recuerdan que se trata de él. No sólo ha traído la ciencia ficción al mainstream, sino que ha revitalizado géneros enteros. Aunque sus más duros críticos se rehúsen a aceptarlo. Su nuevo proyecto como productor, Overlord (Operación Overlord), sólo podría haber visto la luz con la aprobación de Abrams.
Se trata de una genial y absurda locura de principio a fin. Y para no revelar mayores detalles, seré conciso con la trama.
En un avión rumbo a territorio francés, un grupo de soldados estadounidenses se prepara para saltar líneas enemigas con el propósito de destruir una torre de control controlada por Nazis y así, poderse comunicar con aliados que invadirán unas horas después.
Boyce (Jovan Adepo), Tibbet (John Magaro), Chase (Iain De Caestecker), Rosenfeld (Dominic Applewhite) y Dawson (Jacob Anderson) están comandados por el silencioso y duro Cabo (Wyatt Russell). Antes de llegar al lugar del que deben saltar en paracaídas, los alemanes comienzan a derribar aviones como si fueran moscos. El grupo entonces se ve obligado a adelantar su planes y llegar por su cuenta al punto de encuentro.
Ya en tierra, se encuentran a Chloe (Mathilde Ollivier), una joven francesa que está dispuesta a ayudarlos. Pero Wafner (Pilou Asbæk), un comandante Nazi que ha puesto su ojo en ella, representa un enorme obstáculo en la meta final.
Pronto, los soldados se dan cuenta que las cosas en el pequeño pueblo no son lo que parecen, y que hay un motivo oculto para que los Nazis hayan llegado a ese específico lugar.
Overlord tiene la enorme ventaja que juega a la perfección entre géneros. La primera secuencia en el avión es vibrante. El ataque a la aeronave es lo mejor que se puede esperar de una película de guerra. Ya en tierra, todo cambia a una película de terror. Y lo hace de una manera muy entretenida.
El cast es brillante y hay una gran química entre ellos. Si bien siguen una fórmula establecida en otras películas de guerra para la dinámica entre el grupo, el director Julius Avery hace una gran labor en incluir ciertas sutilezas que van aumentando las expectativas y sobre la acción. Esta especie de híbrido será una gran oferta para los amantes del cine que buscan simplemente divertirse.
Overlord no se toma en serio la trama pero sí lo hace con la acción y la ejecución, de ahí que se un producto recargado, visualmente distinto y con sorpresas a cada paso.
Sin duda un triunfo en el género de la ciencia ficción.
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