¡Nop! – Reseña
Salvador Medina
A días de su estreno, Jordan Peele respondió a un tuit que cuestionaba si ya podía se le podía considerar el mejor director de cine de terror de la historia. Esto, refiriéndose al estreno de su tercera obra, Nope (Nop), que llegó a cines después de una gran secrecía alrededor de la trama. Peele alegaba que no aceptaría ninguna calumnia a John Carpenter pero lo cierto es que puede argumentarse que ya se encuentra en la élite del género y uno de los más interesantes de la actualidad.
Peele posee una impecable sensibilidad por utilizar a sus monstruos como vehículos alegóricos para hablar de los grandes horrores de la sociedad actual. En Nop, su más reciente obra, no hay nada sutil en los simbolismos y las alegorías de la sociedad contemporánea. Y, como en sus esfuerzos anteriores, el resultado es extraordinario.
Otis Jr, conocido como OJ (Daniel Kaluuya), es el renuente heredero del rancho Haywood, especializado en criar y entrenar caballos para producciones de Hollywood. Lo que él carece en carisma, es compensado por su hermana Em (Keke Palmer). Mientras él hace lo posible por mantener el legado familiar, ella busca alejarse de la tragedia familiar que ahí ocurrió hace aproximadamente seis meses. Pero los tiempos apremian.
Otis ha tenido que vender varios de sus caballos a su popular vecino Ricky Park (Steven Yeun), una exestrella infantil de televisión que vivió una tragedia y, en lugar de batirse en duelo, la ha explotado para su beneficio familiar. Ricky maneja un parque temático y mantiene una constante relación con Otis, ofreciendo incluso comprar el rancho, algo que los hermanos están considerando. Hasta que algo inusual sucede.
La tragedia familiar que los aqueja parece, literalmente, haber caído del cielo. Y una noche en el rancho, uno de los últimos caballos escapa de su puesto misteriosamente. Otis va tras él y ve algo claramente en el cielo: lo que parece una nave especial. Em ve el evento como una oportunidad para generar ingresos que les permitan mantener la propiedad. Lo que sucede después es digno de un director como Peele.
El paisaje del sur de California es huésped de invitados fuera de este mundo con intenciones desconocidas pero, obviamente, nada benignas. La imaginación y capacidad del director de Us y Get Out! se ponen de manifiesto para crear una película de altísimo nivel, con una producción magnífica, una historia fascinante y actuaciones increíble de Kaluuya y Palmer que le dan sentido a lo que Peele quiere crear.
El balance entre el terror y el humor, de la mano de efectos visuales sorprendentes y giros inesperados, hace de Nop una película imperdible. Es de esperar que las expectativas de un cineasta como Peele sean casi inalcanzables, pero la obra cumple con creces.
Nop es emocionante, inesperada, original. La obra de un director en contacto con los dilemas de la sociedad contemporánea y con la capacidad de convertirlos en un monstruo ante los ojos de todos.
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