Música, glamour y fama – Reseña
Salvador Medina
The High Note (Música, Glamour y Fama) prueba, por enésima vez, que una película escrita, dirigida y protagonizada por mujeres puede ser un éxito en un mercado saturado de medianos talentos masculinos.
Aunque The High Note merecía estrenarse con salas llenas y en circunstancias más placenteras es gratificante encontrar una oferta de este nivel en medio del caos que es el mundo. La película de Nisha Ganatra es una propuesta refrescante y sólida cuya naturalidad sólo es superada por su corazón.
Dakota Johnson interpreta a Maggie, la simpática y dedicada asistente de una estrella musical. Mientras acude a todas sus reuniones, cumple todas sus peticiones y organiza su frenética agenda, busca hacer su propia carrera como productora, pese a la reticencia de Grace (Tracee Ellis Ross).
Su jefa se encuentra en un momento de sólido estancamiento: llena arenas, tiene ofertas para presentarse en decenas de lugares pero no puede hacer lo que desea: volver a producir música nueva. Su mánager Jack (Ice Cube) busca presionarla para tomar un trabajo fijo en Las Vegas que sin duda le permitirá vivir con comodidad pero sin retos. Pese a la insistencia de Maggie, Grace se rehúsa a tomar el camino difícil y volver a componer, sabiendo que en la historia de la música, sólo 5 mujeres mayores de 40 años han tenido una canción en el número 1 de las listas, y sólo una de ellas era negra.
Al mismo tiempo, Maggie encuentra a un joven talentoso que quizás pueda ser su primer proyecto como productor. Pero David (Kelvin Harrison Jr.) no sabe cuál es el verdadero trabajo de Maggie y ella buscará llevarlo al lugar que se merece.
The High Note es una notable película que se introduce en un mundo que hemos visto de incontables maneras pero pocas veces con esta sensibilidad y destreza. Johnson tiene absolutamente todo para ser una extraordinaria actriz, no sólo por su naturalidad y carisma sino por su capacidad de levantar sus diálogos más allá de lo obvio. Y Tracee Ellis Ross es la notable excepción de una actriz que encuentra sus mejores papeles conforme pasa el tiempo. Y hay que agradecer que por fin está recibiendo las oportunidades que se merece.
Que se siente como una fresca canción de pop que toca todas las notas con cierta predictibilidad pero siempre con entusiasmo.
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