Mi papá es un peligro – Reseña
Salvador Medina
Para el público latino, Sebastian Maniscalco no es un nombre que llene salas. Su coprotagonista, sin embargo, es otra historia. Cualquiera castearía a Robert De Niro como su padre en una película si tuviera la oportunidad. Y Maniscalco, un exitosísimo comediante del otro lado de la frontera, eligió al actor más italiano posible a su disposición.
Coescrita por el propio Maniscalco, Mi Papá es un Peligro (About My Father) nos presenta una premisa que reconocemos: Sebastian está enamorado de una chica wasp de clase alta cuya familia ha sido clase alta desde que desembarcó del Mayflower. Él, por el otro lado, es descendiente de sicilianos que llegaron a Estados Unidos hace pocas generaciones y que no son vistos con el mismo respeto que su novia Ellie (Leslie Bibb) y sus padres. Al menos a los ojos de Sebastian.
Y es que su padre Salvo (De Niro) es el típico italiano de mentalidad cerrada y vieja escuela que avergüenza a sus padres como respira. Por ello, cuando Ellie invita a Sebastian a pasar el fin de semana del 4 de julio con ellos, se siente ya parte de la familia y más cuando tiene pensado pedir su mano en matrimonio. Todo se complica (como es de esperarse) cuando Salvo acepta entregarle el anillo de la familia siempre y cuando conozca a quienes serán sus consuegros. Ellie invita a Salvo a pasar el tiempo con ello y he aquí el inicio del desastre.
Las diferencias entre Salvo y la familia de Ellie son notables: mientras que ellos son dueños de hoteles, miembros de clubs exclusivos y diestros jugadores de tenis, Salvo es un estilista que poco o nada a salido de Chicago.
Pero Tigger (Kim Cattrall) y Bill (David Rasche) son abiertos a la nueva experiencia, pese a viajar en helicóptero y tener pavorreales de mascota. Y lo cierto es que aman a Sebastian, algo que no parece caer bien en Salvo quien ve en la nueva familia una intromisión en la suya.
Lo que se desenvuelve después es bastante obvio y en ocasiones burdo. Aunque la química entre Maniscalco y De Niro es palpable y los personajes son interesantes y genuinos, hay poco nuevo bajo el sol.
Mi padre es un peligro está bien dirigida, actuada y fotografiada pero el gran problema yace en el guión. Aunque Maniscalco comparte crédito con Austen Earl, que tiene experiencia en el género, hay poca comedia en pantalla y mucha exposición.
El resultado entonces es una película con mucha alma pero poco más. Una lástima.