‘Luz de Luna’ – Reseña
Salvador Medina @ayudamemalverde
Quizás las nominaciones al Óscar que recibió Moonlight (Luz de Luna), el largometraje del director y guionista Barry Jenkins, sea lo que gire las luces de los reflectores a una obra trascendental y profunda, quizás la mejor película de 2016.
Luz de Luna sigue la historia de Chiron, un joven afroamericano que crece bajo la sombra del descubrimiento de su sexualidad y una madre drogadicta que provoca en él profundo rechazo y confusión. El guión de Jenkins, basado en una historia de
Poética y poderosa. Luz de luna es un viaje al corazón del despertar a la vida. Un retrato visceral de un joven buscando descurbir quién es en el mundo, inspirada en una historia de, Tarell Alvin McCraney, transcurre en tres actos: la niñez, la juventud, la adultez.
A lo largo de este tiempo, descubrimos a Chiron dando sentido al origen de su confusa sexualidad, razón por la cual es atacado por jóvenes en su escuela. Sin padre en su hogar, Little, como se le conoce en su niñez, conoce a Juan (Mahershala Ali), un traficante de drogas que comprende el impacto de sus acciones cuando descubre que una de sus clientes es Paula (Naomie Harris), la madre de Little.
Ese impacto provoca que la relación entre Juan y Little sea todavía más fuerte. Teresa (Janelle Monáe), la pareja de Juan, se convierte en una especie de madre sustituta. Y su casa, se vuelve en un refugio para Little lejos de la realidad de su madre. Y es que Little no logra congeniar con sus compañeros, solamente Kevin (Jaden Piner) es empático sobre su situación y busca “hacerlo fuerte” para enfrentar a quienes lo molestan.
La transición entre las edades de Chiron son sutiles y orgánicas. Permiten al espectador conectarse con el personaje principal y la historia. Pero más que eso, nos hacen entender perfectamente que se trata de un joven buscando descubrir su lugar en el mundo pese a vivir en los guetos de Miami.
Chiron hará un viaje literal y metafórico para hacer sentido de quién es, de cuál es la relación con su madre y cómo conciliar lo que siente y cómo expresarlo. Moonlight es inmersiva y cautivadora, no sólo en cuanto a su narrativa sino a su estética. La fotografía de James Laxton es vehículo al corazón de Chiron, una propuesta distinta y personal.
Se trata de una obra completa, reveladora y necesaria.
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