‘La Morgue’ – Reseña

Apr 18 • Spoiler Alert • 6948 Views • Comments Off on ‘La Morgue’ – Reseña

Salvador Medina @ayudamemalverde

Cuando un equipo de padre e hijo dedicados a la medicina forense recibe el cuerpo de una mujer no identificado en el lugar de un extraño asesinato, eventos comienzan a desarrollarse que desafían toda la lógica.

La Morgue (The Autopsy of Jane Doe) es una íntima película de terror que cuenta la historia de Tommy (Brian Cox) y Austin (Emile Hirsch), padre e hijo encargados de la morgue local, una larga tradición de la familia Tilden. Austin aprende pacientemente de Tommy, quien ve en su hijo las características de un patólogo. Pero existen notables diferencias entre ambos médicos.

Por un lado, Austin todavía está aprendiendo a descifrar lo que ocultan los cadáveres. Además, su juventud e impaciencia contrastan con el estricto carácter de Tommy, quien con paciencia muestra a su hijo la importancia de respetar a los muertos que trata. Y es justo esa ética profesional lo que el Sheriff Burke (Michael McElhatton) ve en los Tilden.

Tras un largo día de trabajo, Austin está listo para partir al cine con su novia Emma (Ophelia Lovibond). Pero el arribo de una Jane Doe, el término legal para mujeres desconocidas, provoca que el joven tome una decisión.

El Sheriff Burke necesita que Tommy descubra la misteriosa causa de muerte de la joven, encontrada de manera misteriosa en el sitio de un bizarro asesinato. Pese a acompañar a Emma de regreso a casa, Austin decide regresar a casa para acompañar a su padre. Así, ambos se preparan para desentrañar, literalmente, los misterios que guarda Jane Doe.

Y en el momento en que comienzan a inspeccionar el cuerpo y Austin descubre que los ojos de Jane Doe son grises, algo ominoso se apodera lentamente de los médicos.

La Morgue es una película cerebral y enormemente lograda, apuntalada con actuaciones destacadas, no sólo para su género, sino por su propio peso. Dirigida por André Øvredal y co escrita por Ian Goldberg y Richard Naing, encuentra un enorme poder en el misterio que oculta la autopsia. Cada corte del escalpelo, cada órgano diseccionado, se presenta como la pieza de un rompecabezas que los forenses deben armar no sólo para descubrir la verdad sino para salir vivos del lugar.

Su originalidad y concepción hacen de La Morgue un distintivo viaje en el género. Con una locación como base, el director de Trollhunter encuentra el terror en los pequeños detalles. Y pese a lo visceral del tema, no se trata de una película grotesca o desagradable, sino que encuentra su fuerza en la propia historia.

Otra enorme distinción con otras obras del género es el talento en pantalla. La química entre Cox y Hirsch es notable y se trata evidentemente de dos tipos con una capacidad distinta que dan legitimidad a un proyecto que se sostiene por su propio peso.

Incluso la silenciosa actuación de Olwen Kelly como Jane Doe, postrada a una mesa fría, hará que el espectador sea poseído por una inquietante sensación de estar frente a un cuerpo que está a punto de levantarse y enfrentar a quienes la han desecrado.

 

 

 

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