‘La Momia’ – Reseña

Jun 10 • Spoiler Alert • 2948 Views • Comments Off on ‘La Momia’ – Reseña

Salvador Medina @ayudamemalverde

Tom Cruise es de esas pocas estrellas de cine que todavía quedan en Hollywood. Se involucra hasta el último detalle, se entrega física y emocionalmente a sus papeles y llena cada cuadro de sus proyectos con carisma y talento. Además, sigue siendo un imán de taquilla y apuesta segura para estudios que quieran apuntalar sus franquicias.

Pero Cruise suele estar rodeado de productores y cineastas en los que confía y que sacan lo mejor de él. Al final, es una estrella.

Por ello, es extraño asociar su nombre a Alex Kurtzman, un talentoso guionista cuya alianza con el mexicano Roberto Orci ha traído miles de millones con franquicias como Transformers, Star Trek y Spider-Man pero cuya única experiencia como director es la inferior People Like Us.

De ahí que apostar la reputación de una super estrella y el inicio de una multimillonaria franquicia para Universal, a un director que no ha probado su talento todavía, suene arriesgado.

La Momia (The Mummy) promete ser la puerta a Dark Universe, la apuesta del estudio a una serie de películas enlazadas donde conviven monstruos y figuras fantásticas. Esta película cuenta la historia de Nick Morton (Cruise), un militar con dudosa reputación que se encuentra accidentalmente con un hallazgo milenario en Irak, la antigua Mesopotamia, mientras buscaba un tesoro junto a su socio Vail (Jake Johnson). Pronto, Jenny Halsey (Annabelle Wallis) descubre que no se trata de una tumba, sino de una prisión, destinada a Ahmanet (Sofia Boutella), una antigua princesa egipcia oculta de la historia por sus oscuras implicaciones.

Cuando viajan de regreso con el féretro en un avión de carga del ejército estadounidense, las fuerzas que desencadena Ahmanet, provocan su desplome. Vail, quien fue infectado por un animal, se convierte en una especie de momia al servicio de la princesa. Nick debe disparar a su socio antes de caer y salvar la vida de Jenny al darle el único paracaídas disponible.

Pero Nick se encuentra con vida ante la sopresa de todos. Y las razones son obvias: Nick es “el elegido” de Ahmanet para encarnar a Seth, el dios egipcio de la muerte, a quien le había prometido un cuerpo mortal antes de ser sometida miles de años atrás. Nick está bajo una maldición.

Jenny lo lleva con el Dr. Henry Jekyll (Russell Crowe), quien preside una organización destinada a luchar contra el mal, y quien será el vínculo en el universo de la franquicia.

Aquí comienza lo complejo: dar coherencia a una historia fantástica, llena de diversos elementos y que deben dar coherencia y sentar las bases para las películas que le seguirán.

El guión, co escrito por los experimentados David Koepp, Christopher McQuarrie y Dylan Kussman debe lidiar con diversas líneas narrativas que se sientan a través de exposición y diálogos que no parecen naturales, sino más bien plantados inorgánicamente.

Vail, socio de Nick, se aparece como una especie de espíritu que le explica tanto a nuestro protagonista, como a la audiencia, qué diablos está pasando, qué debe hacer y quién juega qué papel. En varios momentos la película, en lugar de avanzar, se detiene justo a explicar al espectador todos los elementos de la película y pierde moméntum.

Se trata de una obra inconsistente, bien actuada por todas las partes, en especial por Cruise y Boutella, pero que no logra conectar con el espectador. Si el Dark Universe parte de esta película, la franquicia corre peligro.

 

 

 

 

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