La independencia del cine
Salvador Medina Armienta
salvador@elhablador.com.mx
La innovación tecnológica a nivel global ha logrado reducir los costos y aumentar la producción y consumo de productos de cualquier tipo. Los teléfonos celulares, tablets, computadoras personales y demás gadgets que se han fusionado ya con nuestra vida ordinaria son ya un gran ejemplo del impacto que tienen sobre nosotros.
La reducción de costos y el acceso a estos productos, ha permitido que las artes se beneficien de ello. El cine y la televisión son el mejor ejemplo. Los últimos años han traído consigo un auge de cine independiente. El circuito de festivales a nivel mundial se ha convertido en el mejor mercado para cineastas experimentales que no encuentran cabida en las salas de distribución comercial. Y los premios a los que son acreedores han sacudido ya a instituciones tan consolidadas como Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
El mejor ejemplo de ello fue la victoria de Zona de Miedo (The Hurt Locker) sobre Avatar, la ambiciosa producción de James Cameron, en los premios Óscar del año pasado. La primera contaba con un modesto presupuesto de once millones de dólares contra los monstruosos 237 millones de la segunda.
Pese a que esto parezca una mera anécdota, lo cierto es que las tendencias llevan hacia ese lugar. Bien lo dijo Matthew Weiner, creador de la multiganadora serie Mad Men: la mejor manera de crear un producto de calidad es la absoluta libertad creativa.
Así, los premios más populares del próximo año estarán seguramente llenos de nominaciones a películas que cargan con ese espíritu independiente. Y es que las nuevas cámaras de cine, que han dejado atrás al celuloide para dar lugar a opciones que reduzcan los costos y tiempos de producción, permiten que el mayor obstáculo entre un director y su visión sea su capacidad cinematográfica.
La influencia del cine digital
La boga de cámaras digitales con capacidad de alta definición con una profundidad y textura similar a las que da el celuloide, permite que las herramientas de trabajo para cineastas sean accesibles y de bajo costo. Además de eso, los tiempos de post-producción se reducen considerablemente por lo que con el costo sucede lo mismo.
El auge del cine independiente y la penetración en el mercado de cámaras digitales de alta calidad, van de la mano. No es casualidad que marcas de cámaras de cine tan destacadas como Arri, Aaton y Panavision hayan dejado su producción para enfocarse en el mundo digital.
Si bien el cine independiente está marcando las pautas de la producción audiovisual, no hay que olvidar su origen. Nace como corriente contracultural ante manifestaciones que hablaban de descontento y desapego social. Hoy, busca más bien atacar temas que el cine convencional no se atreve.
Bien se dice: el cine convencional reafirma el status quo; el cine independiente lo cuestiona.
Todos andamos en la búsqueda, aquí les dejo recomendación para lectores sin chamba: http://bit.ly/uPKAUq