‘Hombres al Agua’ – Reseña
Salvador Medina
El tema de hombres inadaptados que se unen alrededor de una causa se ha tratado en el cine contemporáneo en diversas ocasiones y con resultados mixtos. En Hombres al Agua (Le grand bain), el director Gilles Lellouche hace una especie de adaptación de Full Monty pero con un sabor no sólo “más francés”, sino más humano.
Bertrand (Mathieu Amalric) es un hombre que lleva deprimido casi dos años, tras no encontrar trabajo. Sus anti-depresivos se han vuelto la única razón por la que sale de su cama y su familia se está cansando de su actitud. Tanto así que él y su esposa Claire (Marina Foïs), llevan el mismo tiempo sin tener relaciones.
Bertrand lleva tiempo en el abismo y no sabe cómo salir de ahí. Hasta que un día, ve un anuncio de un grupo de nada sincronizado para hombres. Así, decide acudir al llamado. En la piscina local, un grupo de hombres comandados por la entrenadora Delphine (Virginie Efira), entrena por diversión y por conexión. Después de cada sesión, hablan sobre sus problemas, cada uno de ellos con situaciones complejas que los han llevado hasta ahí.
Laurent (Guillaume Canet), por ejemplo, tiene una difícil relación con su hijo y esposa, lo que ha provocado que el pequeño tenga un problema de tartamudeo. Marcus (Benoît Poelvoorde) está endeudado por mantener su negocio de venta de albercas y es difícil que lo tomen en serio. Thierry (Philippe Katerine), por su parte, se ha vuelto difícil no sólo encontrar una pareja sino una razón de ser, dado que su vocación como encargado de la alberca, ha sido sustituida por un software.
Así, los hombres encuentran poco a poco una razón de ser. Y aunque en principio se trata de un hobby, todo cambia cuando descubren que en unos meses se llevará a cabo del primer mundial de nado sincronizado masculino en Noruega.
Pese a las diferencias entre ellos y la evidente falta de capacidad, física, los hombres están atentos a su entrenadora. Pero cuando ella sufre un colapso debido a una crisis personal y deja al equipo a la deriva, su ex compañera toma el mando y ayuda a terminar la tarea.
Hombres al Agua es una genial y alentadora comedia que explora la fragilidad de la masculinidad. Lo hace de manera punzante y desinhibida, tratándolos a todos por igual y, sobre todo, explorando la psique de sus personajes.
A diferencia de otras películas similares que tienen una tendencia a lo melodramático, Hombres al Agua tiene momentos de absoluta hilaridad. Y sí, es conmovedora e interesante pero es, en última instancia, profundamente entretenida.
Un talento excepcional y destacadísimo, es la cereza en el pastel de una película notable pero cotidiana, que juega con las reglas de la masculinidad y la fragilidad del ego, revelando algo del carácter humano que parece profundo en principio pero se termina por revelar como algo mundano y preciado.
Imperdible.
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