Focus: Maestros de la Estafa – Reseña
Tras ser una de las estrellas más grandes del cine de Hollywood, Will Smith se encuentra actualmente en reconstrucción.
En entrevista con Scott Rabb para la revista Esquire, quien fuera uno de los actores más populares y taquilleros del mundo, confesó que el éxito le ha representado una carga y al mismo tiempo, una especie de culpa.
Pese a que su carrera le ha llevado a momentos surreales como compartir una mesa con Nelson Mandela y Muhammad Ali tras la filmación de la biografía sobre el icónico boxeador, no todo ha sido digno de recordarse.
Will Smith solía ser garantía de taquilla. En 2012, Forbes se atrevió a decir que se trataba de la última gran estrella de taquilla. Pero varios fracasos han desgastado su imagen de super estrella. El peor de ellos fue After Earth, donde compartió la pantalla con su hijo Jaden.
Dirigida por M. Night Shyamalan, y con un presupuesto cercano a los 150 millones de dólares, las expectativas eran enormes. Pero los fiascos que había dirigido Shyamalan en los años previos, eran advertencia suficiente.
Smith le comentó a Rabb que tras el estreno de After Earth, se encontraba devastado. Hasta que algo puso su vida entera en perspectiva.
“Veinticuatro minutos después mi teléfono sonó y descubrí que mi padre tenía cáncer. Eso lo puso en perspectiva – ferozmente. Y bajé inmediatamente y me monté a la caminadora. Estuve corriendo alrededor de noventa minutos. Y ese lunes comenzó una nueva fase de mi vida, un nuevo concepto: sólo el amor va a llenar ese vacío”.
Desde ese momento, Smith ha dado un paso atrás de los reflectores. Por eso, su regreso genera curiosidad. ¿Habrá perdido Smith el carisma que lo consolidó como uno de los actores más frescos y originales de Hollywood?
Focus (Focus: Maestros de la Estafa), dirigida por Glenn Ficarra, John Requa, cuenta la historia de un encantador estafador (Will Smith) que cuestiona su estilo de vida cuando conoce a Jess, interpretada por Margot Robbie.
Tras un fin de semana de “trabajo” en la ciudad de Nueva Orleáns durante un evento ficticio, donde Jess (Robbie) aprende todo sobre el oficio, Nicky empieza a enamorarse de su nueva aprendiz. Jess aprende rápidamente de uno de los estafadores más renombrados de Nueva York, que fue criado en una familia donde el engaño es la norma.
Por eso, cuando siente que su relación sentimental con Jess puede ser un obstáculo en su vida, Nicky se encuentra en una encrucijada entre su vocación y el amor de una bella mujer.
Ficarra y Requa, quienes también escribieron el guión, dan un salto narrativo en su nuevo filme. Focus tiene trazos de ser un filme profundo sobre las adicciones y el rezafo emocional de la desconexión familiar, pero tiende a quedarse en lo superficial.
Pese a ello, Smith carga sencillamente con un personaje que le permite volver a sus raíces y reencontrarse con un género que le ha traído éxito anteriormente. Además, Smith vuelve a mostrar las características que lo consolidaron como una de las figuras más grandes de Hollywood.
Además, Margot Robbie llega a ser un gran contrapunto a Smith. Tras irrumpir en el cine con su memorable papel en The Wolf of Wall Street (El Lobo de Wall Street), Robbie brilla con su ingenuidad, singular belleza y particular estilo.
No será la mejor película del año o el mejor regreso posible para Will Smith, pero sin duda se trata de un buen esfuerzo. Y una gran manera para Smith de regresar al ruedo sin tener que exponerse demasiado a los críticos.
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