El matrimonio gay y las nuevas libertades civiles
Salvador Medina @ayudamemalverde
En los últimos años, el debate sobre los derechos civiles ha sido amplio y agitado. Una nueva época de apertura ha traído a primer plano temas que anteriormente se escondían bajo la alfombra.
Los derechos de homosexuales, transexuales y bisexuales han sido tema de constante escrutinio en países de todo el mundo, con enormes avances como grandes retrocesos. Se ha tratado, en esencia, de una lucha entre lo viejo y lo nuevo. Del orden establecido de las cosas y los tiempos modernos que exigen y requieren una nueva forma de ver el mundo.
Para ello, los medios han sido una herramienta fundamental en la humanización de lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales. El hecho de acercar a un nuevo público las historias de este grupo y los periplos que deben superar para tener una vida cercana a lo considerado “normal”, ha significado un importante avance para muchos.
La cine y la televisión han podido resaltar las injusticias que ha significado para estos grupos el no contar con plenos derechos, algo que debería considerarse básico para cualquier ser humano.
Transamerica, la historia de un hombre antes de cambiar de sexo que se lanza en la búsqueda de un hijo que no conocía, fue quizás el primer vistazo que los medios tradicionales tuvieron en mucho tiempo hacia ese mundo. Humanizar a estos grupos es vital para entender su recorrido.
No es, de ninguna forma, el retrato más cercano o importante que se ha tenido a un grupo que la sociedad ha alejado y alienado, pero su éxito comercial y de crítica abrió los ojos de muchos. Y eso se ha manifestado todavía más en años recientes.
No es casualidad el éxito de programas como Orange Is The New Black y Transparent, cuyas temáticas se centran no sólo en personajes homosexuales o transexuales, sino que ponen en perspectiva el tema de la identidad sexual como una búsqueda constante.
Es de resaltar también que ambos programas fueron producidos por Amazon y Netflix, dos plataforma en línea que han apelado a un público distinto, uno más abierto y más plural, capaces de procesar este tipo de historias con una mente más abierta y consciente.
Además, la voz de creadores como Ryan Murphy, un escritor y productor abiertamente homosexual que se ha consolidado en el mundo del cine y la televisión precisamente dando espacio a estos grupos, ha logrado que los más jóvenes estén en contacto con historias que anteriormente causaban temor entre los ejecutivos de los medios.
Cuando Jeffrey Tambor ganó como Mejor Actor en una Serie de Comedia o Musical en los Globos de Oro de este año, por su papel como una mujer transexual en Transparent, aseguró que se trataba de algo más grande que él. Durante su discurso, dedicó el premio a la comunidad transgénero. “Gracias por su valor, su inspiración, su paciencia y por dejarnos ser parte del cambio”.
Además, la serie fue reconocida como la Mejor Comedia del Año, algo sin precedentes. Jill Soloway, la creadora de Transparent, dijo que quizás el programa podía enseñarle algo mundo. Y si bien esta exposición mediática no ha sido el único factor a considerar en este cambio ideológico, sí ha sido trascendental para ello.
El propio Barack Obama dijo el año pasado que desde su llegada a la presidencia de su país, su perspectiva sobre el matrimonio homosexual había evolucionado. Por ello, las decisiones en México y Estados Unidos por defender el matrimonio homosexual son enormes victorias para los Derechos Humanos.
Tras la decisión el viernes pasado en Estados Unidos en ese sentido, la cuenta de la Presidencia de la República se unió a la celebración publicando “Celebremos con orgullo nuestra diversidad. ¡En el #MéxicoIncluyente todos somos iguales!”.
Pese a que muchos asumieron que la postura el Ejecutivo era una forma de subirse al barco, ya el doce de junio pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación había declarado que “son inconstitucionales los Códigos Civiles de los estados que consideren únicamente al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, cuyo fin último sea la procreación”.
Los gobiernos de ambos países han asumido una postura abierta ante un movimiento que ha abierto los ojos de muchos, incluidos algunos de los líderes más importantes del mundo. Pero como siempre, existen detractores que ven en estos avances un ataque directo a sus valores y formación.
Lo cierto es que la derecha estadounidense se está aislando del resto de la sociedad manifestándose en contra de estas resoluciones legales. La decisión sobre el matrimonio homosexual, y sobre Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, popularmente conocida como Obamacare, son un golpe duro a su causa. De ahí que las manifestaciones de sus mayores detractores no se hayan hecho esperar.
Ted Cruz, el Senador y aspirante candidato republicano a la presidencia estadounidense, dijo que se trataban de algunas de las 24 horas más oscuras en la historia de la nación. La retórica de Fox News y la derecha llevó el discurso al absurdo con los mismos argumentos de siempre.
Se trata de una afrenta a la democracia, qué prevendrá que tres personas se casen si así lo desean, la Constitución fue pisoteada, y un largo e irracional etcétera. Todo esto, es un síntoma de un grupo de personas que ven amenazada su permanencia en el poder. No se trata, como podríamos imaginar, de un posición ideológica. Personajes como Donald Trump, Bill O’Reily y compañía, ven en el cambio a un enemigo. No se manifiestan contra las minorías por lo que manifiestan públicamente, sino por lo que ocultan sus palabras.
El conductor Jon Stewart se burló de la afirmación que hizo el republicano Mike Huckabee contra los jueces que tomaron la decisión a favor del matrimonio homosexual. Huckabee dijo que cinco abogados no electos habían tomado una decisión en contra del país. “Ése no es el Estados Unidos que nuestros padres fundadores crearon”. Stewart replicó: “¿Entonces por qué incluyeron ese artículo en la Constitución? Fueron ellos (los padres fundadores) quienes lo hicieron”.
Lo cierto es que estamos ante un momento histórico en todos los sentidos. No todos estarán de acuerdo al respecto. Es prácticamente imposible que así sea. Pero quizás conocer a las personas que habían sido negadas esos derechos básicos y entender su lucha, provocará que nuestra sociedad esté abierta a escucharlos. Ya eso significa un enorme paso para un grupo acostumbrado a ser acallado e ignorado por un mundo indiferente e injusto.
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