El Estado Islámico a la sombra del 11 de septiembre
Trece años después de los atentados terroristas del once de septiembre, la sombra del radicalismo religioso subsiste en el inconsciente estadounidense. Si estaba adormecido, las brutales decapitaciones de dos periodistas despertaron de nuevo un terror colectivo. Y es que a diferencia de Al Qaeda, existen nuevos grupos mucho más activos, capaces y organizados.
El Estado Islámico, anteriormente conocido como El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS, por sus siglas en inglés), causó un pánico colectivo al publicar en redes sociales los vídeos donde el mundo vio los últimos momentos de James Foley y Steven Sotloff a manos de uno de sus miembros. Además, la noticia se volvió todavía más notoria cuando se dio a conocer que quien llevó a cabo la ejecución era un ciudadano británico.
ISIS se colocó como un tema global. Y los especialistas coinciden: se trata de un grupo mucho más preparado, organizado y violento que Al Qaeda, la célula terrorista tras los ataques al World Trade Center en Nueva York.
Como consecuencia de las intervenciones armadas en Irak y Afganistán, la radicalización de grupos como ISIS se hizo exponencial.
ISIS no es sino la consecuencia de la invasión norteamericana del 2003, sobre todo del fallido intento de crear un estado democrático en Irak, asegura el catedrático Tarik Zearoui del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana.
“Con la llegada entonces de Estados Unidos y la implantación de un nuevo régimen, se le va a prohibir a esta población sunita que estuvo al poder durante el periodo de Hussein, la participación política. Y sobre todo, a las élites del poder. Se va a crear un nuevo gobierno, supuestamente democrático, pero en realidad donde el poder va a estar en las manos de los chiítas kurdos. La participación suni va a ser muy limitada. Esto va a generar obviamente muchísimo rencor y hostilidad. Ahora bien, ¿dónde se va a ver explayado el día de hoy? En el Estado Islámico”.
ISIS no es el único grupo militante que surge después del 2003, pero sí el más exitoso. Y en qué otro sentido es único, en el uso de la violencia. No se había visto una violencia tal en un grupo extremista. Al Qaeda incluso ha declarado que son demasiado brutales para su gusto, asegura.
En opinión del maestro Zeraoui, la manera en que ha estado interviniendo Occidente en Medio Oriente no ha sido la más adecuada. Por una parte sí, se trata de una zona en la que ha predominado el autoritarismo, se ha buscado entonces nuevas posibilidades, nuevos modelos y el fundamentalismo islámico, también hay que decir muy bien lo que es fundamentalismo islámico, lo que es extremismo islámico y lo que es terrorismo islámico. Pareciera que se usan los tres como sinónimo y no lo son.
Las primaveras árabes en el retrovisor
En 2010, una serie de alzamientos sociales se esparcieron como fuego entre países de Medio Oriente y los medios pusieron atención. Impulsados por las redes sociales, los jóvenes de diversas naciones salieron a las calles para levantarse contra regímenes que subyugaban al pueblo para soportar a algunos. Exitosos unos y esbozos apenas otros, estos levantamientos se conocen actualmente como la Primavera Árabe.
Sin embargo, cada país tuvo su propia experiencia, señala el maestro Zeraoui. Hay que distinguir, sin embargo, que el mundo árabe en general es muy heterogéneo.
“A veces tenemos el grave error de pensar que los movimientos en el mundo árabe, también cuando hablamos de la radicalización en el mundo árabe, pensamos que fuera como un bloque completamente homogéneo. Y no lo es.”
Ahora, por otra parte, la radicalización, esto sí es otra cosa, agrega. No tiene sus orígenes en la primavera árabe. Realmente los movimientos fundamentalistas no son un fenómeno nuevo dentro del mundo árabe. Claro, escuchamos mucho el día de hoy ya que no habíamos visto un movimiento con las capacidades militares, económicas, de reclutamiento como lo es el Estado Islámico.
Occidentales en ISIS
Escuchamos y pareciera que la participación de jóvenes occidentales en movimientos radicales islámicos es un fenómeno nuevo pero no es así, continúa. Hay que entender aquí una cosa: el atractivo que tienen estos grupos a un nivel transnacional. Cuando vemos la ciudadanía de los extranjeros que están peleando en esta zona, por supuesto, hay muchísimos yihadistas de diversos estados musulmanes, pero tenemos un grupo muy interesante que son los occidentales. La gran mayoría de estos occidentales son de origen árabe.
“Son de origen árabe pero estamos hablando de jóvenes de segunda o tercera generación. O sea, nacidos y criados en Occidente. Hablo principalmente de Europa. ¿Qué pasa con ellos? Europa no ha sido capaz de integrar a su población inmigrante. Entonces, estos jóvenes, ¿dónde viven? En barrios, barrios muy pobres, muy marginales, guetos, no tienen acceso a la educación, no tienen acceso obviamente a conseguir un buen trabajo. Hay un nivel de desempleo muy alto entre estos jóvenes de origen inmigrante y además hay una falta de identidad muy grande en el sentido de que no son cien por ciento asimilados dentro de la sociedad europea. Se les sigue viendo como extranjeros a pesar de que han vivido toda su vida en estos países”.
Surge como respuesta el Islam radical. Esto va a ser una réplica muy llamativa, sobre todo a la falta de identidad y de posibilidades. Estos grupo dan un sentido a su vida, un sentido de orgullo y, por supuesto, qué mejor manera de poner a prueba esta identidad recién recibida que es la lucha armada en el Medio Oriente.
“Nos habla de dos cosas: del impacto trasnacional que tienen estos grupos y de las políticas fallidas de integración en Europa. Es necesario, por ello, una política preventiva, buscar qué hacer con estos jóvenes, que son muchos”.
Consenso, la clave
Las decapitaciones de estos dos periodistas sí nos deben impactar pero no nos deberían de sorprender. Estados Unidos no debe actuar solo. Los bombardeos que se han dado en Irak no son la solución. Si bien se han logrado ciertas cosas, como que ISIS no tomara una presa muy importante en Irak para tener el control del agua y la electricidad, pero los bombardeos no serán la solución, acota.
El maestro Zeraoui ahonda: aquí se necesita tomar en cuenta a Irán como actor regional importante en la región. A Arabia Saudita también y su participación. Por otro lado Rusia, que tiene un papel fundamental dentro de la guerra civil de Siria. Esto quiere decir que si los Estados Unidos realmente quieren hacer algo, deben tomar en cuenta a estos actores, así como a la comunidad internacional y, por supuesto, al gobierno iraquí, comenta.
Con una aceptación en bajos históricos, pero con una población que apoya los bombardeos, Obama se encuentra en una encrucijada. Sin embargo, Zeraoui advierte que ningún país se aventurará a una intervención. Por ello, propone la creación de una coalición que incluya a los actores regionales.
De no tomarse esto en cuenta, no se va a llegar a nada. Y la población civil será quien continúe sufriendo las consecuencias.
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