‘Brightburn’ – Reseña

May 14 • Spoiler Alert • 761 Views • Comments Off on ‘Brightburn’ – Reseña

Salvador Medina

Las figuras literarias detrás de los superhéroes, así como los clichés y recursos retóricos alrededor de ellos, han sido usados hasta el cansancio, en particular con el auge de las adaptaciones de cómics a la pantalla grande. El reciente éxito de Avengers, en todas sus variables, parece haber agotado el modelo.

Y no se trata de que los productos sean relevantes. Lo son, comercial y creativamente, pero parece que nos han expuesto a tantos personajes que sentimos haberlo visto todo. A partir de ahora, será más difícil convencer a una audiencia de acudir a las salas de cine a ver una nueva historia de superhéroes. De ahí que Brightburn (Hijo de la Oscuridad) se sienta como una nueva oportunidad.

Escrita por Brian y Mark Gunn, primos de James Gunn, se trata de un giro a las clásicas historias de origen de los superhéroes que conocemos. Brightburn explora el otro lado lo que podría ser, por ejemplo, Superman, de dejarse llevar por la oscuridad en lugar de la luz.

Tori y David son una joven pareja en la ciudad de Brightburn que ha tenido problemas para procrear un hijo. Pero una noche, cae del cielo una incandescente luz roja que trae abordo a un tripulante: un pequeño bebé al que deciden adoptar.

Brandon (Jackson A. Dunn) crece en el seno de la familia, sabiéndose adoptado pero amado por Tori (Elizabeth Banks). Kyle (David Denman), sin embargo, mantiene lo que considera una sana distancia con él. Pero al llegar a los 12 años, algo está cambiando en el pequeño.

Su personalidad no es la de siempre. Se mantiene lejano a Tori, es molestado por otros en la escuela y es considerado antisocial pese a su notable inteligencia y destacadas calificaciones. Brandon es callado, pero es un niño que está buscando su lugar en el mundo, como todos a esa edad. Claro que, como descubrimos pronto, Brandon no es como los demás.

Brandon nunca ha sangrado en su vida. Y, como Tori y Kyle han descubierto, tiene una fuerza que todavía no pueden medir. Es entonces que una noche, Brandon parece ser llamado por una fuerza que se encuentra en el granero de la granja. Tori escucha ruidos y acude al lugar, donde encuentra a su hijo todavía dormido, intentando abrir una puerta que se encuentra bajo llave. Brandon le asegura no recordar nada cuando Tori lo despierta, pero se trata de una advertencia de lo que está por venir.

A partir de ese momento, Brandon comienza a manifestar conductas incontrolables, que hacen a otros niños alejarse de él, incluida su compañera Caitlyn (Emmie Hunter), quien ha sido la única chica en mostrarle algo de empatía.

Pese a la insistencia de Kyle por hacer algo ante las acciones de Brandon, Tori siempre está del lado de su hijo, pese a que éstas comienzan a escalar y poner en peligro la integridad de todos.

Brightburn es una brillante reimaginación que da nueva vida a un género saturado. No sólo es una adaptación que nos parece familiar pero con un toque aterrador, sino que está dirigida pensando en una audiencia que lo ha visto todo.

Es así que David Yarovesky hace que el material se sienta fresco y nuevo, utilizando el lenguaje de otras producciones similares para hacernos sentir que estamos en territorio conocido, pero siempre sacándonos de nuestra zona de confort con un giro inesperado.

Es una idea tan sencilla que el peso recae en la ejecución, que da en el punto exacto, logrando un perfecto equilibrio entre lo común y lo nuevo, entregando un retrato sensacional de lo que sería un superhéroe si se dejara llevar por la oscuridad en su interior.

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