‘Belfast’ – Reseña

Mar 2 • Spoiler Alert • 894 Views • Comments Off on ‘Belfast’ – Reseña

Salvador Medina

Para Belfast, Kenneth Branagh se sumergió de lleno en sus más cálidos, trágicos y relevantes recuerdo de infancia y así atraverse a contar cómo su vecindario y su vida familiar en los álgidos años 60′. El papel del joven Kenneth, para propósitos de la historia llamado Buddy, es interpretado por Jude Hill, quien tiene la responsabilidad en sus hombros de sostener todo el peso de la historia en sus hombros.

Lo conocemos corriendo y jugando en su barrio de Belfast sin mayor preocupación cuando irrumpe en su vida la violencia que azotó a Irlanda del Norte y a Reino Unido en los años 60′. Un grupo busca expulsar de ahí a los católicos y, pese a que Buddy y su familia son protestantes, son fieles al lugar que crecieron antes que al dios en el que creen. Ma (Caitriona Balde) y Pa (Jamie Dornan) tiene muchas fallas como padres y como pareja. Pero jamás serían capaces de traicionar los ideales que los unen. “Si no vas a ser bueno, sé cuidadoso”, es la frase que Pa pregona tanto a Buddy como a su hermano Will (Lewis McAskie). Y es que el patriarca prácticamente no está en la casa. Trabaja en Londres para poder sacar a la familia adelante y poder salir de las constantes deudas que ahogan a la familia.

Aunque Ma hace un trabajo excepcional, en particular en el contexto en que Buddy y Will están creciendo, tiene la ayuda de Pop (Ciarán Hinds) y Granny (Judi Dench), que hacen a la vez de consejeros y confidentes de Buddy y sus perspectivas amorosas. Y es que, aunque es el más pequeño, la vida escolar de Buddy gira alrededor de subir sus calificaciones lo suficiente para que la maestra pueda sentarlo junta a la chica de sus sueños.

Buddy es profundamente imaginativo y si hay algo que desvía su atención de su fijación amorosa, es el cine. Los fines de semana en que su padre sí está en casa, que no es a menudo, toda la familia, con abuelos incluidos, la sala es una parada obligatoria. Es aquí donde Buddy encuentra esa fascinación que después se transformará en una forma de vida.

Aunque Brannagh se consolidó hace ya mucho años como uno de los mejores actores de su generación, reconocido por mucho como el mejor intérprete de Shakespeare en la historia, en sus últimos años ha sido más prolífico como director. En Belfast, indaga en lo más profundo de su esencia y rescata un historia personal, sorprendentemente gracias y con actuaciones fuera de este mundo.

Belfast sorprende por la naturalidad de cada uno de sus personajes. La dinámica entre los abuelos y Buddy es genuina, la relación de Pa y Ma con sus hijos es conflictiva pero amorosa y la conexión de nuestro personaje principal con el mundo que le rodea es de una ingenuidad increíble. El resultado es una película absolutamente redonda, reconfortante y llena de lecciones entre las tragedias. Brannagh encuentra esos pequeños momentos de conexión y catarsis pese a la catástrofe que ocurre alrededor y las fuerzas que amenazan el frágil equilibrio de su familia.

En su película más personal, Brannagh utiliza un elenco extraordinario y bien balanceado para reflejar una época y un país que vemos pocas veces en la pantalla, al menos en este estilo y con esta sensibilidad.

Aunque se trata sin duda de una de las obras más discretas rumbos a los Premios Óscar, Belfast es una película absolutamente memorable, que nos hace recordar que el cine debe verse en una sala.

Belfast llega a cines el 10 de marzo.

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