Ascenso al límite – Reseña
Salvador Medina
A menudo llegan a nuestros oídos noticias sobre actos heroicos o trágicos de montañistas o escaladores atrapados en montañas. Fall, Frozen, The Ledge, entre otras, han reavivado el género de desastres contenidos, unos con mayores éxitos que otros. Summit Fever (Ascenso al Límite) se suma a los títulos que hacen a la naturaleza el enemigo.
Desde un principio, Ascenso al Límite se siente como una invitación: es una película ligera, con bellos paisajes, caras bonitas. Pronto, entendemos que los cineastas saben de lo que hablan. Se siente que hay mucho en juego, pese a que hayamos visto a nuestros personajes antes.
Michael (Freddie Thorp) es una alpinista semiprofesional que siente en las venas el llamado. Pero una tragedia familiar (su herida emocional) y la presión de su padre por un trabajo estable, le obligan a buscar un escritorio dónde asentarse. Pero su amigo JP (Michel Biel) es buena y mala influencia, llevándolo a dejar lo seguro y lanzarse a conquistar la naturaleza.
Sin pensarlo, Michael deja lo seguro y alcanza a su amigo, decidido a tomarse unos días y regresar a la rutina. Pero la aventura y el guiño de un romance con Isabelle (Mathilde Warnier) le hacen quedarse y jugarse la vida.
Por supuesto, las cosas salen mal. Unos alpinistas quedan atrapados en la montaña y yada yada yada. Lo que vienen telegrafiando con un guión plano y actuaciones acartonadas. Y ese no es el mayor problema. Es que aunque Ascenso al Límite tiene autencidad y mucha alma, mostrándonos todo lo que está en riesgo, colocándonos en locaciones reales, jugándose la vida por entretenernos, el guión tiene cero subtexto.
No ayuda que el director abusa de castear a no actores y se nota. . El hecho de que Ryan Phillipe sea el lado fuerte de la actuación lo dice todo. Pero Ascenso al Límite logra entretener y divertir al espectador pese a sus fallas y su predictabilidad.
El tercer acto es atroz y la película tarda una hora en arrancar y dura 30 minutos más de lo que debería pero hay la intención de hacer algo distinto. Y a veces eso vale por algo.