La guerra de Chivas
Salvador Medina @ayudamemalverde
El Club Deportivo Guadalajara es el equipo de fútbol más valioso del continente americano. Según la revista Forbes, en 2015 generó 625 millones de dólares, 169 más que el segundo equipo más popular del país y su máximo rival, el América.
Tras una caída del 19 por ciento en audiencia y más en ingresos, la cadena televisiva más poderosa del país, está en crisis. Eso significa que mantener uno de sus activos más importantes es de particular relevancia. Por eso, cuando Chivas anunció su salida de Televisa, los cimientos del fútbol mexicano se sacudieron. No se trata únicamente del equipo más popular sino de una garantía de ingresos para una empresa que no se ha adaptado a los nuevos tiempos.
No es un secreto que Televisa tiene un control mediático y administrativo sobre la Selección Mexicana y la Liga MX. Cuando es necesario aumentar los ingresos, sus manos se mueven para cambiar las reglas a favor de sus equipos u organizar partidos amistosos en Estados Unidos sin beneficio deportivo alguno. Se trata de un monopolio que ha afectado el desempeño deportivo de la liga para beneficiar a sus equipos y “aumentar el espectáculo”, según sus propias palabras.
Por ello, la salida de Chivas es un doble golpe. Por un lado, le quita ingresos seguros que representan anualmente decenas de millones de dólares; por otro, mueve la balanza de poder del fútbol mexicano. El equipo de Jorge Vergara ha formado una alianza con Grupo Pachuca (Pachuca, León y Mineros del Ascenso), que a su vez está apoyado por Carlos Slim.
Y ante la debilidad de Televisa, un inevitable cambio en la balanza futbolística del país está en puerta.
Chivas anunció entonces su propia plataforma en línea, Chivas TV, donde transmitiría sus partidos de local a partir de la siguiente temporada. En ese momento, diversas cadenas de televisión se acercaron a Jorge Vergara para buscar los derechos de transmisión. Pero por ahora, el empresario ha decidido seguir su propio camino.
Pese a que muchos especialistas dudan del éxito de Chivas TV por el limitado acceso a Internet que existe en México, los últimos años han probado que los nuevos medios han dejado de ser una simple alternativa y se han convertido en una auténtica plataforma de distribución de contenidos.
Hace cinco años, muchos aseguraban que la llegada de Netflix a México no significaría competencia alguna para las cadenas de televisión tradicionales. Sin embargo, Netflix no solamente ha acaparado las entregas de premios con sus series originales, sino que México representa el segundo mercado más grande en el mundo para la plataforma, sólo detrás de Estados Unidos que ocupa el primer lugar, según la firma de investigación digital, GlobalWebIndex.
Esto representa a 75 millones de usuarios en el país, alrededor del 58 por ciento de la población del país. Si calculamos que Chivas tiene una afición cercana a los 40 millones, y usando como proyección el porcentaje de usuarios de Netflix, Chivas TV podría contar con 23 millones de suscriptores. Y si tomamos en cuenta los cálculos de varias cadenas que aseguran que Chivas TV tendrá un costo de 99 pesos, podrían estar generando alrededor de dos mil millones de pesos mensuales. Algo que justifica las ofertas de 40 millones de dólares anuales que recibió Chivas por su transmisión.
Y es que Chivas es más que un equipo. Como escribe Raymundo Riva Palacio, se trata de una institución fundamental en el fortalecimiento de la identidad nacional.
“A la sombra de la religión, la lengua, la bandera y el himno, las Chivas jugaron un rol en la cimentación del tejido social en los 50 y los 60 con la decisión que el equipo fuera integrado únicamente por mexicanos. Esa declaración de principios nunca fue estudiada en términos políticos o sociológicos, pero esa determinación marcó a varias generaciones de mexicanos por la audacia con la que ahora, ese equipo, inició una revolución deportiva, social y empresarial”.
Y es que aunque Vergara es señalado por ser un empresario volátil y temperamental, supo rescatar la marca Chivas hasta hacerla la más valiosa de América. Cuando tomó el poder del equipo, una de sus primeras determinaciones fue deshacerse de los incontables patrocinadores que plagaban la histórica playera. Pagó dinero para ello, incluso.
Primero, Chivas jugó con una playera marca propia sin patrocinador alguno. Después Reebook pagó un contrato multimillonario, apenas equiparable al de la selección mexicana con Adidas. Tras un año con esa playera, en una temporada histórica en la que Chivas conquistó el ojo del continente goleando a Boca Juniors en la Copa Libertadores, Vergara había logrado generar enormes expectativas económicas en los patrocinadores.
Así, la estrategia de Vergara ha funcionado. Y según el propio Riva Palacio, Chivas TV buscará “transformarse y reposicionarse en el mercado de consumidores a través del diseño de estrategias confeccionadas para cada mercado, mediante sistemas de administración de contenidos estratificados, disponibles y accesibles en todo el mundo”.
Chivas ya está generando contenidos diversos para sus plataformas en línea. No se trata todavía de proyectos innovadores pero sin duda están apostando por un nuevo mercado. El equipo más tradicional del país ha ganado en algo esencial: está quitando del camino a intermediarios y le estará hablando directamente a su público, a su afición.
Seguramente llegará a un acuerdo con algún canal de televisión pero Chivas podrá controlar la forma en que se transmiten y distribuyen sus partidos y contenidos. Y eso es una victoria gigantesca en un medio acostumbrado a controlar lo que se dice en el fútbol.
Bienvenidos a una nueva era, ¡bienvenidos a Chivas TV! #ChivasLibre #UniónNacional https://t.co/UhqIRJSNm4
— CHIVAS (@Chivas) May 21, 2016
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