‘Creed’: el legado de Rocky cobra nueva vida

Jan 12 • Spoiler Alert • 6365 Views • Comments Off on ‘Creed’: el legado de Rocky cobra nueva vida


Salvador Medina @ayudamemalverde

No es necesario haber visto un solo cuadro Rocky o sus secuelas para estar familiarizado con la trama y sus personajes. La historia del boxeador italiano que contiende por el título contra todas las expectativas, es quizás la más importante franquicia deportiva en la historia del cine. Pero, como sucede a menudo, sus secuelas menguaron su legado.

Tras el éxito de Rocky IV, sus predecesores fueron películas forzadas, que llevaban los clichés deportivos al extremo haciendo así productos menores y fallidos. De ahí que el anuncio de Creed, una secuela basada en el hijo del enemigo deportivo de Rocky Balboa, sonaba en un principio como un intento por seguir ordeñando a la vaca sagrada del reporte.

Creed01993.dngPero hay algo fresco en Creed (Creed: Corazón de Campeón) que otras películas similares desearían poseer. Y tiene que ver con la dinámica entre director y protagonista, dos viejos conocidos que se reúnen para dar sangre nueva a una legendaria franquicia.

El director Ryan Coogler y el actor Michael B. Jordan se conocieron en la multipremiada y efectiva Fruitvale Station (reseñada por nosotros aquí) y que cuenta la verdadera historia de Eric Garner y su muerte en las manos de la policía. De ahí que su reencuentro en para revivir a la franquicia haya logrado que la expectativa haya sido mayor a la de una secuela cualquiera.

Creed cuenta la historia de Adonis Johnson (Michael B. Jordan), hijo ilegítimo del campeón Apollo Creed. Esto siempre ha representado un peso significativo en la vida de Adonis, quien lleva el apellido de su madre.

Nacido de una aventura de su padre, Adonis debe probar que es más que un nombre, a sí mismo y a los demás. Así, ha hecho una discreta carrera como boxeador en México alejado del nombre de su padre, algo que su madre (Phylicia Rashad) ve con recelo. Pero Adonis quiere más. Eso lo sabemos desde el principio. El legado de su padre le resulta un peso emocional y profesional.

Cuando Adonis tiene la posibilidad de pelear contra un contendiente, encuentra en Rocky Balboa (Sylvester Stallone, por supuesto), el enemigo de su padre dentro del ring, pero con quien encuentra una extraordinaria relación. Son juntos una gran mancuerna dentro y fuera del ring. El viejo veterano en su papel como entrenador y el ambicioso joven con los guantes listo para enfrentarlo todo.

Pero las noticias de su pasado salen a la luz y Ricky Conlan (Tony Bellew), el peleador número uno del mundo libra por libra, ve en él algo seguro, una forma de despedirse de una brillante carrera que ha tenido sus altibajos en los últimos años. Pero existe una condición para que el joven pueda aspirar a luchar contra el campeón del mundo: Adonis debe tomar el apellido de su padre.

Su entrenador Balboa, aquejado por los males de su edad y el deporte, entrega la estafeta a Adonis. Y no sólo lo hace dentro de la película sino con la franquicia misma.

Creed05188.dngAsí, sirve de mentor a un Adonis quien, pese a su enorme talento, puede estar rebasado por la tarea que se le presenta.

Ambos, con lo mejor de su habilidad, se preparan para la que será la carrera más importante de un joven que apenas comienza a dar sus primeros pasos en el deporte.

Comienza entonces entre Adonis y Balboa un relevo generacional. Aludiendo al clásico de 1976, vemos a la nueva cara de la franquicia recorriendo las calles de Filadelfia, el lugar donde Balboa nació.

Pero Adonis es un personaje real, tangible, espectacular. En el momento clímax de la película, con una sola frase, logra explicar su motivación, su razón de ser, sin clichés ni expectativas falsas. Y más que la propia y deslumbrante acción, lanza un rayo al corazón del espectador. Ahí es donde Creed conecta, donde encuentra su esencia como algo más que una película “de deportes”.

Pese a apelar a la nostalgia de un clásico, Creed posee la suficiente alma y pericia para sostenerse por su cuenta. Se trata de un productivo tan efectivo visual y emocionalmente, que logra reinyectar la legitimidad de la que tanto carece el deporte en la vida real.

El único problema de filmes como Creed, es que su éxito puede significar un pretexto para los ejecutivos del estudio y llevar la franquicia a ciertos ridículos que afectan su legado. Pero Coogler logró mantener vivo a un ícono de la cultura popular al mismo tiempo que dándole un giro interesante.

Pese a sus pequeñas fallas, Creed es una película para una nueva generación hecha por un cineasta diferente. Si Michael B. Jordan ya se había colodado como uno de los actores más prometedores de Hollywood, se proyecta como uno de los más interesantes a futuro. Y el joven Coogler, la voz perfecta para esta franquicia, nos entrega un producto fresco, intenso y novedoso. Algo digno de nuestros tiempos y la audiencia del siglo XXI.

Creed llega a cines el 29 de enero.

 

 

 

Related Posts

Comments are closed.

« »