Una droga llamada Charlie Sheen

Mar 23 • Especiales • 7177 Views • Comments Off on Una droga llamada Charlie Sheen

Salvador Medina Armienta

salvador@elhablador.com.mx

Cuando tenía siete u ocho años, amaba el béisbol. Y aunque era fan de los Padres de San Diego, eternos perdedores de la liga nacional, una película me hizo conectar a ese deporte de una manera más profunda.

Su protagonista, Ricky Vaughn, era conocido por ser Wild Thing you make my heart sing...un tipo de los barrios bajos, fachoso, cuyo único interés era jugar. Conocido como ‘Wild Thing‘, Vaughn iba perdiendo poco a poco, con el éxito, su contacto con la realidad. Y es cuando toca fondo, que resurge y lleva a los Indios de Cleveland a la Serie Mundial (si eso no es ficción, entonces explíquenme qué lo es).

El hecho de que Ricky Vaughn fuera interpretado por Charlie Sheen, lo hace todavía más poético. Sheen, el eterno joven que se representa a sí mismo en la ahora muerta serie Two & a Half Men, se encuentra en una espiral de descontrol: después de sus varios escándalos con actrices porno, drogas y cuartos de hotel, Sheen atacó verbalmente a su jefe y creador del programa. Después de eso, CBS canceló el show.

Desde entonces, todo ha ido para abajo. Y aunque Sheen es más popular que nunca, apareciendo en talk shows, entrevistas de todo tipo y dominando los medios, sigue siendo una estrella sin trabajo. Recientemente comentó que Sean Penn había señalado que CBS sabía a quién le estaba dando casi dos millones de dólares a la semana. Y es que Sheen ha estado toda su vida relacionado a alguna especie de escándalo.

Su carrera comenzó en la cúspide. Muy pronto comenzó trabajando con directores como Clint Eastwood y Oliver Stone, además de ser un actor capaz de mantener franquicias como Hot Shots y la antes mencionada, Major League. De haberse mantenido en el camino correcto, hoy sería uno de los actores más importantes de su generación. Sin embargo, escogió lo fácil y por ello ha tenido papeles menores en filmes intrascendentes, además de su popular serie, y por ello está en ese problema.

#Winning

Tras su despido de CBS, Sheen se lanzó a Twitter para manejar su descontento, su visión sobre la situación y, sobre todo, enseñarle al mundo su estilo de vida.

Desde entonces, sus frases están camino de volverse parte de la cultura popular: “I’m not Bipolar, I’m Bi-winning”;”I got Tiger Blood”; y por supuesto, mi favorita, “I’m on a drug, it’s called Charlie Sheen”.

El protagonista de Wall Street tiene un largo camino para regresar a su lugar en la élite de la televisión. Será difícil que algún productor vuelva a tener fe en él y en su trabajo y es todavía más complicado que una televisora o compañía se atreva a asegurarlo.

La única conclusión que podemos sacar del fiasco de Sheen, es que jamás había sido tan divertido ver la caída de una celebridad. Se distingue de otros porque no se arrepiente de lo que hizo. Al contrario, lo presume. No es hipócrita al hablar de sus adicciones asegurando que encontró a Dios o algo semejante. Simplemente decidió no volver a consumir. Y sí, es así de fácil. Es un asunto de voluntad, no de asimilar a un ser superior.

Así que pase lo que pase con Charlie Sheen, ya nos dio demasiado de qué hablar. Y aunque no lo hizo por el camino correcto, se agradece su honestidad. Y además acabó con Two & a Half Men. ¿Necesitamos algo más que eso para amarlo?

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