Los cambios en la televisión
Salvador Medina @ayudamemalverde
Pasó lo que llevamos previendo años: HBO, el canal de televisión detrás del significativo cambio en contenidos, migrará a Internet con un nuevo sistema. Y no, no se trata de HBO Go, el servicio de streaming para suscriptores del canal, sino algo diferente.
Richard Plepler, director del canal, comentó durante la conferencia de inversionistas de Time Warner, su compañía matriz, que se tratará de un proceso transformador para ellos. No es extraño ver qué motivó al canal a dar este paso. Señalábamos hace unos meses cifras contundentes: “Para octubre de 2013, 48% de los adultos estadounidense y 67% de aquellos menores de 35 años, ven contenido en línea (en streaming o de transferencia directa) en una semana típica, una cifra que aumentó de 45% y 64% respectivamente, apenas seis meses antes. Al mismo tiempo, el porcentaje de hogares considerados ‘cortacables’ – aquellos con internet de alta velocidad pero sin televisión de paga o satelital – está en aumento, especialmente entre quienes consumen entretenimiento en línea”.
La cifra ya rebasa los diez millones de personas.
HBO, comprensivamente, ve en ellos un mercado potencialmente enorme. “Cientos de millones de dólares”, considera Plepler. Y aunque todavía no se anuncian los precios o beneficios del servicio, la expectativas son altas.
La misma semana, CBS anunció su servicio All Access. Les Moonves director de la cadena comentó que “se trata de una estrategia para monetizar nuestro contenido local e internacional en formas en que nuestros televidentes deseen. Este nuevo servicio de suscripción entregará la mayoría de nuestro contenido a nuestros fans mientras contribuye al ecosistema general”. Las tendencias son claras pese a que muchos hayan decidido ignorarlas.
Cada vez más los jóvenes dejan de tener teléfonos fijos. Y esto parecerá pero los servicios de telefonía celular están sustituyendo los métodos de consumo en entretenimiento.
En una plática reciente sobre nuevos contenidos en medios, organizada por la Academia de Televisión estadounidense, diferentes creadores de programas exitosos, hablaban sobre las diferencias entre crear para cadenas abiertas o canales de televisión cerrados.
Coincidían todos en que el proceso de producción es completamente diferente de uno a otro.
“En el mismo tiempo en que produje veinte episodios de Lost, produje diez de The Leftovers. No hay comparación”, confiesa Damon Lindeloff. Además, la presión por parte de las cadenas de televisión por mantener los ratings es extrema. El propio Lindeloff comentó que tras platicar en diversas ocasiones con la gente de ABC, los ejecutivos del canal se mostraban reticentes a concluir la historia.
“Los dejaremos terminar después de doce temporadas. La gente continúa viendo el programa”, le dijo un ejecutivo a Lindeloff. Pero tras una negociación, lograron cerrar la historia en seis temporadas.
Así, la relación entre creadores y estudios difiere completamente de un medio a otro. Y el salto ha sido mayor todavía con la llegada de Netflix. El sistema de streaming online ha tomado a todos por sorpresa y sin duda ha cambiado las reglas del juego.
Se trató de una apuesta atrevida pero fundamentada. Los tiempos están cambiando. Internet abrió ciertas puertas que no se cerrarán. Al menos no pronto. Y mucho menos cuando la audiencia tiene el poder de escoger qué consumir. Ese sencillo concepto puso a Netflix en la ventaja.
Todo apunta a Internet
Los proyectos de CBS y HBO se suman a lo que sitios como Amazon, Hulu y Yahoo ya han atendido. Pese a que no lo parezca, pues los números de la televisión por cable no se han todavía reducido considerablemente, muchos espectadores en Estados Unidos ya han dejado de contratar servicios de televisión de paga.
Entre las personas menores de 35 años, el trece por ciento ha dejado atrás su contrato de cable, y once por ciento aseguraron nunca haber tenido uno, según una encuesta de comScore. De la población mayor de 55, el 90 por ciento ha mantenido su contrato vigente.
Como se observa, es una práctica relativamente nueva pero de significativa penetración. De ahí las decisiones de HBO y CBS.
Lo de Internet no es una moda, como atestiguan las declaraciones de quienes dirigen las cadenas más importantes de Estados Unidos. Se trata de un paso más en la historia de la televisión y del entretenimiento en general.
Lo que probó ser el paso clave en este sentido fue la apuesta decisiva de Netflix por producir contenido original. Y después, en lugar de hacerlo disponible de forma semanal, dejó a decisión del consumidor cómo ver su programa favorito. En un principio, muchos creyeron que se trataba de una decisión errónea. Críticos pensaban que el ver una temporada completa durante un fin de semana significaría un retroceso. La gente se decepcionaría al tener que esperar todo un año por el siguiente capítulo nuevo y buscaría nuevos contenidos. Pero no ha sido así.
Se trata de una nueva audiencia, algo que no se estaba tomando en consideración. Los nuevos medios están apelando a las generaciones jóvenes porque es exactamente lo que necesitan.
Escribía en el texto La evolución inevitable en diciembre de 2009: “La piratería es exitosa porque satisface una demanda que las disqueras y la industria del entretenimiento en general, se niega a atender. En países como Inglaterra estas prácticas se han reducido en los últimos años, incluso cuando dicha ley todavía se está considerando.
“¿Por qué ha sucedido esto? Es fácil: si el usuario tiene la opción de adquirir música legalmente por un precio justo, lo hará. Las opciones son cada vez más accesibles y versátiles. Hoy, una persona que escucha una canción en la radio, puede hacerse de ella legalmente a través de su teléfono”.
Hoy en día los servicios en streaming también han logrado que se supere ese problema. El proveer a los consumidores de servicios de calidad a precio accesible ha abierto más puertas de las que se creía. Muchos esperaban que no fueran una solución para quienes buscaban nuevas alternativas a los contenidos de siempre, pero los resultados están probando lo contrario.
En México están tardando en percatarse de las infinitas posibilidades. Y sí, la penetración es por lógica más lenta en nuestro país. Pero no tardaremos en dar un paso hacia ese camino y quienes lo hagan, dejarán al resto atrás.
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