‘Última Noche’ – Reseña

Dec 13 • Spoiler Alert • 1339 Views • Comments Off on ‘Última Noche’ – Reseña

Salvador Medina

Sabiendo que se trata de tu última noche en la Tierra, ¿cómo decidirías pasarla? ¿Haciendo algo especial o conviviendo con tus mejores amigos una última vez antes de dejar de existir? Es una posibilidad que todos hemos contemplado pero que Camille Griffin conceptualiza de manera brillante.

En Última Noche (Silent Night), el mundo está a punto de acabar. Un gas tóxico está haciéndose camino y acabando con la humanidad. Es así que ciertos gobiernos, en este caso el británico, ha hecho llegar a sus ciudadanos pastillas para acabar con su propia vida y así no sufrir las terribles consecuencias físicas y dolor que trae a quienes alcanza. Un grupo de amigos decide unirse en un pacto suicida y sentarse a disfrutar su Noche Buena por última vez.

El disfuncional grupo llega a casa de Nell (Keira Knightley) y Simon (Matthew Goode), los anfitriones de la noche junto a su hijo Art (Roman Griffin Davis) y los gemelos. Los primeros en arribar son la llamativa Sandra (Annabelle Wallis) y su contrastante esposo Toni (Rufus Jones). Posteriormente hacen presencia Bella (Lucy Punch) y Alex (Kirby Howell-Baptiste). Los últimos en llegar son James (Sope Dirisu) y su joven novia Sophie (Lily-Rose Depp). La nostalgia, la amenaza y las copas son una combinación letal para un grupo de amigos resignados ante su inminente final.

Los temores, las dudas, las sorprendentes revelaciones y los lógicos arrepentimientos comienzan a florecer poco a poco y la insistencia de Art por hacer algo al respecto, así sea ayudar a quienes van a sufrir a diferencia de ellos, comienza a poner a todos a la defensiva.

Última Noche tiene grandes momentos y otros más innecesarios. La dinámica entre personajes es genial. Casi siempre. La película es siempre más entremetida cuando vemos a Sandra, la superflua pero divertida ama de casa que busca verse impecable hasta el último momento y el pequeño Art, en quien Griffin recae como centro moral y ético de la historia.

Pese a que se trata de una película contenida a un solo lugar, estamos conscientes de lo que está en juego: la existencia misma. La humanidad se equivocó al pensar que destruir el ecosistema no traería consecuencias. ¿Y quiénes son los que más sufren? Los más jóvenes, representados aquí por el aguerrido Art.

Quizás donde cojea es en mantener equilibrio y tensión entre tantos personajes. Alex parece ser más un acompañante que un personaje con sus propia voz e intenciones. Simon se presenta por momentos como el arrogante macho alfa. Pero, por fortuna, hay un balance sólido entre el destacado reparto y momentos de catarsis de sobra.

En un momento particularmente lúcido, Art se cuestiona por las personas que no tendrán su suerte, que sufrirán el dolor del gas y morirán en agonía. Simon le confiesa que no todos tendrán la pastilla: el gobierno no se las ofreció na vagabundos e inmigrantes al no considerarlos personas.

Última Noche no pierde la oportunidad de hablar sobre el delicado momento que vive el planeta y lo usa para crear una película entretenida, bien balanceada y brillantemente actuada. Sin duda vale la pena.

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