‘Y: The Last Man’ – Reseña
Salvador Medina
Durante años, la esperanza de una adaptación a la novela gráfica de culto creada por Brian K. Vaughan se había reducido considerablemente. Pero el primer avance hace apenas unas semanas nos puso a todos a frotar las manos y esperar con ansias una producción que estuviera a la altura del hype. Y vaya que se cumplieron las expectativas.
Un poco de contexto: Y: The Last Man cuenta la historia de Yorick Brown (Ben Schnetzer), un aspirante a mago que vive en la ciudad de Nueva York con su mono capuchino Ampersand. No hay nada de notable en él. Mes tras mes tiene problemas para pagar la renta, no puede mantener a sus alumnos entretenidos y su novia Beth (Juliana Canfield) no lo ve como un candidato a largo plazo, pese a las esperanzas que él tiene en su relación.
La hermana de Yorick tampoco tiene un futuro brillante. Hero (Olivia Thirlby) es una paramédica teniendo un amorío con un hombre casado. Ambos hermanos viven una especie de burbuja, intentando apenas sacar la cabeza del agua. Un significativo contraste con su madre, la exitosa política Jennifer Brown (Diane Lane). En ese contexto, parece que algo raro está sucediendo. Vemos rastros de animales que parecen fallecer sin razón. Pero la vida continúa desenvolviéndose normalmente.
Tras lo que parece una amenaza creíble al presidente de Estados Unidos, y después de erradicar a un grupo terrorista radical, la agente 355 (Ashley Romans) es llamada a protegerlo. Pero antes incluso de poder ser informada sobre la razón de su nuevo puesto, comienza un evento global que sacude las entrañas de la humanidad. Todos los hombres del planeta, incluidos los animales machos, desaparecen. Excepto uno: Yorick.
La compleja y brillante trama de Y: The Last Man serviría de poco si no existiera un balance entre los personajes y lo que está en juego. Pues la serie dedica particular énfasis a ponernos obstáculos en frente y cómo, en un mundo vuelto de cabezas, los intereses y las ideologías continúan vigentes.
Y: The Last Man vive en su promesa. Los primeros capítulos nos establecen un mundo real y abrumador, donde la ausencia de hombres genera incertidumbre. ¿Se trata de un acto terrorista, de un evento biológico? En este contexto, las mujeres que quedan en el poder deben luchar contra el hambre, la inestabilidad y la posibilidad de un futuro futil.
Es aterradora en su trama y ejecución, pero contiene un balance increíble de humor y empoderamiento que nos muestra que estamos ante una serie que llegó para quedarse y marcar época.
Y: The Last Man está disponible en Star Plus.
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