‘Shrill’ – Reseña
Salvador Medina
Junto a Kate McKinnon, Aidy Bryant ha sido lo mejor de Saturday Night Live en los últimos años. No sólo es ya una regular en el cast con imitaciones geniales, sino que se ha ganado su lugar como una de las voces más relevantes del programa. Era lógico que su talento se iba a quedar corto en un formato semanal donde debe compartir pantalla con muchas otras personas. Entra aquí Shrill.
Producida por el propio Lorne Michaels, Shrill pone a Bryant como una lindísima y ligera escritora que busca librarse de los prejuicios y la complejidad que representa para el mundo su obesidad, al mismo tiempo que se encuentra en busca del amor. Annie (Bryant) es cool pero callada, fiel con sus amistades y dolorosamente cercana a sus padres. Trabaja para una gaceta hipster en la ciudad más hipster del mundo: Portland.
Annie no está en un gran momento de su vida. Lo más cercano a una relación sentimental son los encuentros sexuales esporádicos con el infantil Ryan (Luka Jones), quien la hace salir de su casa por la puerta trasera para que sus amigos no la conozcan. Además, aunque tiene una pluma destacada, colisiona constantemente con su jefe Gabe (John Cameron Mitchell) para poder contar sus historias. Pero el apoyo de su mejor amiga Fran (Lolly Adefope) y su “esposo del trabajo” Amadi (Ian Owens) le significan una gran red de apoyo.
Pero Annie está en un camino de descubrimiento propio, no nada más de la percepción que tiene sobre sí misma y su cuerpo, sino su capacidad de merecer una relación digna. Para su familia y para el mundo, Annie es más que nada su cuerpo. Pero cuando descubre que su anticonceptivo no funciona para mujeres de su peso, siente que debe contar la versión del mundo que ella vive todos los días.
Annie comienza entonces a empoderarse en su propia piel, a sentirse cómoda con la persona que es, pese a que eso parece fuera de lo común para su familia y su círculo cercano. Ser “gorda” no es su personalidad pero lo lleva con orgullo, aunque esto le signifique incluso tener trolls cuando sus artículos comienzan a conectar con personas y darle un alcance que no esperaba.
Shrill no es una serie woke o nada más pertinente. Es diversa porque la historia así lo requiere y no nada más porque esté de moda. Es disruptiva, inteligente, interesante y divertidísima. Nos introduce a un mundo original pero lleno de sí mismo, que toca fibras y temas sensibles pero de una manera que nos hace sentir que estamos viendo todo por primera vez.
Bryant es simplemente genial. Como leading lady la amamos, la compadecemos, la apoyamos. Aunque se equivoque. Y eso pasa constantemente, porque es una mujer aprendiendo a amarse y a conocerse. Annie no está acostumbrada a hacerse escuchar y aprenderá que hacerlo trae buenas y malas consecuencias. En un momento con su ODD (On Demand Dick), él quiere hacer algo más y ella se rehúsa con un gran argumento: sólo la que tiene el culo gordo y las tetas grande así que yon decido qué hacer.
Shrill es la serie que necesitamos en estos y en todos los momentos y está disponible en HBO MAX.
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