‘Night of Kings’ – Reseña

Mar 10 • Spoiler Alert • 1778 Views • Comments Off on ‘Night of Kings’ – Reseña

Salvador Medina

Sobre una toma área de una selva que da lugar a una fría y gris estructura aparece la siguiente leyenda: La prisión MACA es un mundo con sus propios códigos y leyes. La primera ley es que el Dangôro, el jefe supremo, reina sobre los prisioneros. Cuando el Dangôro se enferma y no puede gobernar, debe escoger la muerte.

Así inicia Night of the Kings (La nuit des rois) del director marfileño Philippe Lacôte. Como una de las favoritas al Óscar por Mejor Película en Lengua Extranjera, el filme de Lacôte se inspira en la poesía de su país y su continente para crear una fábula bellísima y dolorosa para nuestros tiempos.

En este universo llamado MACA, existe un viejo código en que las autoridades no existen. Todo es decidido por los presos y la ley es cumplida por ellos. Cuando Blackbeard (Steve Tientcheu), el Dangôro, se encuentra en la encrucijada de entregar su poder o aferrarse a él, llega un asustadizo y joven Roman (Bakary Koné) a la prisión. Lo que parece en principio una víctima fácil, se convierte en la llave para Blackbeard: escoge a Roman como el nuevo contador de historias de la prisión, una posición privilegiada dentro del esquema.

Roman se da cuenta que ser el nuevo contador de historias de la prisión puede salvarle o costarle la vida. Así, en la noche de la luna roja, la MACA comienza a escuchar lo que tiene que decir. Se trata de un momento de decisión para el futuro de todos y, en particular, del nuevo habitante.

The night of the kings utiliza la mitología marfileña para contar un mito antiguo y universal, además de resaltar la importancia de las historias y la tradición oral. En MACA, los violentos prisioneros viven y sobreviven a través de lo que el Roman les cuenta. Eso los hace vivir, los hace sentir de nuevo.

Como una especie de puesta en escena musical, The night of the kings es una historia extraordinaria y eterna que, aunque en momentos puede ser excesiva, nunca pierde de vista su tema central. Las actuaciones son destacadísimas, al igual que la fotografía y la ambientación. Se trata de una de las favoritas a los Premios Óscas sin duda.

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