Mythic Quest: Raven’s Banquet – Reseña
Salvador Medina
Los creadores de It’s Always Sunny in Philadelphia, una de las series de comedia más longevas e interesantes de la televisión, recibieron la oportunidad de desarrollar un proyecto para la plataforma de streaming de Apple. Es así que nació Mythic Quest: Raven’s Banquet.
Charlie Day y Rob McElhenney, ahora también de la mano de Megan Ganz, concibieron una serie situada en el mundo de los videojuegos y, como Silicon Valley, expone de manera hilarante un universo al que pocos tenemos acceso. La primera temporada fue un éxito, con un estilo genial que jugó con los prejuicios de la industria, al mismo tiempo que generó ideas originales y grandilocuentes, algo que era de esperarse con el equipo de It’s Always Sunny in Philadelphia.
Pero ahora, con las restricciones generadas por el Covid, la industria audiovisual está detenida. Pero McElhenney y compañía idearon una forma de producir un capítulo en dichas circunstancia que no sólo significa un éxito y un ejemplo para cineastas, sino que incluyeron la temática del aislamiento y el trabajo a distancia dentro de la trama.
El resultado es quizás uno de los capítulos más originales e importantes en la historia de la televisión y el streaming porque muestra que la creatividad siempre superará cualquier impedimento físico o restrictivo.
Los creadores implementaron un lenguaje basado en las pantallas que ahora han dominado las formas de comunicación y es el vehículo para contar la historia.
Mythic Quest: Raven’s Banquet era ya la mejor serie de la plataforma de Apple y, ahora, marca la pauta para toda una industria. Y además con un mensaje contundente: fuck you, coronavirus! (Hay que ver el capítulo para entender esa referencia, así que a disfrutar).
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