‘Lady Macbeth’ – Reseña

Mar 16 • Spoiler Alert • 2148 Views • Comments Off on ‘Lady Macbeth’ – Reseña

Salvador Medina @ayudamemalverde

En el contexto actual, las historias de mujeres con voz propia no sólo empoderan al sexo femenino, sino que son necesarias. Lady Macbeth, basada en la novela de Lady Macbeth of the Mtsensk District, del escritor Nikolai Leskov, ha sido adaptada en repetidas ocasiones. Pero la versión del director William Oldroyd ofrece un retrato fresco, distinto, y últimamente, poderoso.

Conocemos a Lady Katherine (Florence Pugh), el día de su boda a Alexander (Paul Hilton). E inmediatamente, descubrimos que no hay amor en esa unión. Supervisada por Boris (Christopher Fairbank), su suegro, quien incluso la presiona para que se mantenga despierta (y dispuesta) hasta que regrese su marido, Katherine sólo puede hablar con su sirvienta Anna (Naomi Ackie). Esto es lo ordinario a finales del siglo XIX. Nadie cuestiona lo que sucede sino que, al contrario, lo promueven.

Pero Alexander no sostiene relaciones con Katherine, únicamente usándola como un objeto de estimulación. Katherine, quien fue vendida a ese matrimonio, cae en una dinámica de soledad cuando Alexander parte de la propiedad y se queda únicamente en compañía de la servidumbre y su supervisor.

Explorando el terreno, escucha que los trabajadores de su esposo se están divirtiendo mientras acosan a Anna. Un insubordinado trabajador de nombre Sebastian (Cosmo Jarvis) la reta primero, hasta que cede a su exigencia. Pero es esa confrontación la que provoca en Katherine una atracción hacia el peligroso hombre. No hay nadie en su vida que le provoque algo. Katherine vive en una rutina, prisionera de su matrimonio y atada a sus deberes de esposa. La presencia de Sebastian provoca en ella una llama que la llevará cuestionar todo a su alrededor, incluido su lugar en ese hogar.

Sólo Anna descubre el secreto desde el principio, y eso provoca en ella una sensación de estar en peligro, contrario a Katherine, quien lo ve como un desafío frente a todos.

Pero es cuando se entera Boris que Katherine muestra quién es en realidad: una mujer fuerte, dispuesta a lo que sea por mantener a Sebastian a su lado. Pero es justo esa intensidad, lo que provoca que cruce una línea que la llevará a explorar terrenos insospechados.

Lady Macbeth es una película impecablemente ejecutada. En ocasiones se presenta silenciosa, claustrofóbica. Pero es esa presencia de Sebastian lo que provoca un rompimiento en la psique de Katherine y en la trama. Se convierte pronto en un drama poderoso, lleno de intensidad y lujuria, donde Katherine no es sólo el centro de la acción sino el alma del lugar. Se convierte en una lideresa, hablando como sólo un hombre podía hacerlo en esa época. De ahí la fuerza de la narrativa.

Katherine encuentra en Sebastian una especie de liberación, una rebelión contra la tiranía. Y ahí es donde se descubre como es.

William Oldroyd entiende perfectamente la historia que debe contar. Se trata de un director con una visión clara de la película. Y por ello, Lady Macbeth es un retrato memorable.

 

 

 

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