El efecto Kony

Mar 15 • Artículos • 4114 Views • Comments Off on El efecto Kony

Salvador Medina

salvador@elhablador.com.mx

Día tras día se prueba la efectividad de las redes sociales. Pese a que son un medio todavía en constante evolución, crecimiento y viven en el escrutinio, han demostrado ser una herramienta efectiva de organización social para movimientos que buscan llegar a públicos más amplios.

Y no existe actualmente un mejor ejemplo sobre ello que el movimiento organizado por Invisible Children, una compañía de San Diego, California, para hacer de Joseph Kony, líder del grupo guerrillero Ejército de Resistencia del Señor, parte de la agenda internacional de Estados Unidos por sus crímenes contra la humanidad, en particular contra la juventud de Uganda y los países aledaños.

El objetivo de traer a la luz pública los crímenes perpetrador por Joseph Kony ha superado las expectativas. Celebridades y líderes de opinión de todo el mundo se han dado a la tarea de pasar la voz sobre un asunto delicado que requiere de atención internacional.

Sin embargo, como todo fenómeno viral y más aún cuando se trata de algo que atrajo atención global, críticos han buscado dar su versión sobre la parcialidad y los manejos financieros de la organización que trajo a Kony a la luz internacional. Una de las principales áreas de debate es que Invisible Children dedica solamente el 37% de sus ingresos a programas en África Central. Además, la organización apoya a los Ejércitos de Liberación de Sudán y Uganda, quienes han sido acusados de robos y violaciones.

Es así que un movimiento social queda manchado pese a que ha tenido éxito en llevar su mensaje a todo el mundo. Y es que no existe una ONG que sea perfecta y que sostenga al 100% su posición frente a la crítica y la especulación.

Pese a todo esto, Invisible Children ya cumplió su labor. Una ONG no puede capturar y juzgar a un criminal de guerra. Sin embargo, puede traer atención a un asunto que ellos consideran vital para el desarrollo de una región en eterno conflicto y olvidada por Occidente. Y están en todo su derecho.

Es labor de quienes piensan donar a favor de la campaña para detener a Joseph Kony el investigar qué se hace con el dinero, cuánto es y para qué sirve. La información está a disposición de todos y es responsabilidad de los ciudadanos comunes buscarla para hacerse una opinión.

Además, el impacto global del movimiento sirve para probar el alcance de las redes sociales como método de organización en el mundo real. Si éstas ya habían sido un vínculo entre actores para acciones sociales (desde las revoluciones en Túnez y Egipto hasta las demostraciones en India, Israel y el movimiento Occupy Wall Street), Kony 2012 demuestra que el impacto es real.

Esto es esperanzador porque el ciudadano ordinario tiene en sus manos y a su disposición un método efectivo para contrarrestar la injusticia social, la impunidad y cualquier falla en el sistema que merezca cambiarse. El cambio está a la mano. Deténganse ante nada.

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