‘La Razón de Estar Contigo’ – Reseña
Salvador Medina @ayudamemalverde
“Los humanos hacen cosas que lo perros no entendemos. Como irse”.
Se trata de una de las reflexiones más devastadores del protagonista de A Dog’s Purpose (La Razón de Estar Contigo), lo nuevo del director Lasse Hallström. Con la voz de Josh Gad a lo largo de varias vidas y generaciones, Hallström nos lleva a analizar lo que podría ser la psique del mejor amigo del hombre.
Para comenzar, nuestro protagonista se nos presenta como un perro callejero en los años 50′. Pero como suele suceder con ellos, su vida no es muy larga. Es entonces que renace como Bailey (O Bailey, Bailey, Bailey, Bailey como él entiende). Tras escaparse de un criadero, llega a la vida de Ethan (Bryce Gheisar) por accidente. Alguien lo encuentra en la calle y considera que debe valer algo de dinero. Pero dejan a Bailey en una camioneta durante un día de calor. El pequeño Ethan escucha los llantos y le pide a su madre Elizabeth (Juliet Rylance) hacer algo al respecto. Rompen el vidrio y lo rescatan.
Así, tras convencer a su renuente padre Jim (Luke Kirby), Ethan tiene una nueva mascota. Pero como dice el propio Bailey, es él quien escogió al niño y no al revés.
Comienza entonces una amistad que los lleva a conectar como más que compañeros durante su adolescencia. Bailey y Ethan (K.J. Apa) se vuelven inseparables. Y es justo esa conexión lo que lleva a Bailey a notar que se siente atraída por Hannah (Britt Robertson) durante una visita a la feria y a hacer el primer movimiento antes que el propio Ethan. A partir de ese momento, Hannah se vuelve “parte de su manada”. Y los tres comparten cada instante del resto del verano, así como del último año de preparatoria.
Pero como sucede en la vida, la cercanía de la adultez provoca que las personas escojan caminos distintos. Bailey comienza a aprender lecciones conforme convive con Ethan y las personas y circunstancias que lo rodean. Pero el camino del propio Bailey irá por lugares distintos. Es así que se transforma en otros perros, y cada vez que renace comienza a aprender más sobre las razones para estar aquí.
Si bien La Razón de Estar Contigo comparte ciertos lugares comunes con otras películas de temáticas similares, se trata de un retrato perfecto sobre la importancia de un animal que se ha convertido en la principal compañía del hombre contemporáneo, ocupando un lugar privilegiado en el hogar de quienes lo aman pero que en cierta forma, no recibe el papel que se merece todavía en la sociedad contemporánea.
Basada en la exitosa novela de W. Bruce Cameron, es una película absolutamente necesaria para quienes tenemos un perro en nuestras vidas y que consideramos más que un simple compañero.
La voz de Bailey, quien va cambiando de nombre y forma en sus distintas vidas, nos ofrece una guía por la mente de un perro que vive acumulando experiencias, olores y tocino. Aunque su nombre cambia, siempre posee la misma esencia, algo que lo lleva a entender más a los humanos y su propia razón de existir. Pese a que en ocasiones utiliza recursos fáciles y rebuscados para conectar con la audiencia, es la intención y la historia lo que resaltan siempre. Se nota la intención de explicar lo que está detrás de los sentimientos de un perro.
Además, en una época en donde pese a que existe conciencia sobre la importancia de adoptar y darle a las mascotas el hogar que se merecen, La Razón de Estar Contigo realiza una gran labor en poner al protagonista en diversos escenarios que experimentas los perros: desde nacer en la calle, hasta ser adoptados por personas que pierden el interés una vez que dejan de ser cachorros y ser utilizados como agentes de seguridad.
Pese a vivir circunstancias adversas, nuestro protagonista nunca pierde la visión de entender por qué existe y cuál es la razón de estar vivo. Y todo lo que aprende, será suficiente para que más de media sala de cine salga con los ojos llorosos y el corazón lleno.
La Razón de Estar Contigo llega a cines el 27 de enero de 2017
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