El cine es una carrera de resistencia: Analeine Cal y Mayor
Salvador Medina @ayudamemalverde
Analeine Cal y Mayor no tiene un gramo de cinismo. Y esa actitud es contagiosa y refrescante. Más cuando se trata de una cineasta que está construyendo su carrera con proyectos muy distintos a los que nos tiene acostumbrado el cine mexicano.
Quizás sea un consejo que se tomó personal cuando apenas empezaba su carrera en el medio: “el cine no es una carrera de velocidad, no es una carrera de cien metros, es una carrera de resistencia”.
Cuando me lo dijeron yo seguí estudiando y es un gran ejemplo, explica. El cine es un maratón. No es tanto la velocidad a la que hay que llegar a dirigir y que se realicen los proyectos, sino ser tenaces y sí creo que las cosas llegan a su tiempo.
Analeine, quien debutó en 2013 su ópera primera El niño que olía a pez, una co producción entre México y Canadá, ha predicado con el ejemplo. A días de estrenar su segunda película, la directora se habló para Ideas Campus sobre su carrera, qué le inspira y lo que le espera por delante.
Ya en su primera producción, la exitosa Man on Fire (Hombre en Llamas), Analeine utilizó la oportunidad como asistente de locación para acercarse a una de las mentes más brillantes del cine: el director Tony Scott.
En él, encontró un mentor y una inspiración. Valiente, Analeine se tomó la libertad de acercarse y mostrarle su primer cortometraje.
“De alguna manera fue el primero que creyó en mí. Le enseñé mi corto en un momento en que no me daba cuenta que (Scott) tenía una película carísima de por medio y poco tiempo libre. Organizó una proyección para él. No sólo vio mi corto sino que me dio consejos, me hizo un regalo, una tarjeta felicitándome. Son regalos para mí muy especiales y fue la primera persona que me inspiró y me dijo ‘tú puedes llegar lejos’”.
Hay personas que me han inspirado, que los veo como una especie de mentores que quieren echarte la mano, que salgas adelante o pasarte sus conocimientos, describe.
Y ahora en su faceta también como maestra, no quiere quedarse con nada sino transmitir lo más posible.
Analeine rastrea su vocación de ser directora desde que era pequeña, cuando organizaba obras de teatro con su hermana y sus amigas.
Así que decide, pese a la reticencia de sus padres, estudiar Cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Analeine recuerda que su madre hacía citas con profesores de otras universidades para convencerla de escoger una carrera más tradicional. Pese a todo, considera que aunque sí, el CCC es un mundo muy pequeño, se trató de la mejor decisión para ser directora.
Y esa actitud rebelde fue lo que atrajo a los productores de La Voz de un Sueño a darle a Analeine la tarea de llevar las riendas de la película.
“Estoy muy contenta ahora que estreno mi segunda película que se llama La Voz de Un Sueño y más contenta por estrenarla en el Festival de Cine de Morelia ya que toda la película la hicimos en Michoacán, en diferentes pueblos y en Morelia, entonces estoy muy contenta que los primeros que la vean sean michoacanas. Y también porque es uno de los festivales más importantes de México”.
Analeine señala que tras una entrevista con los productores, quienes reconocieron en ella el espíritu que querían retratar en pantalla, comenzó el proceso de filmación.
“Yo fui la rebelde de la familia. Finalmente se dieron cuenta que yo me sentía identificada con el personaje principal porque he tenido una historia, sin el dramatismo, pero yo tampoco estudié lo que querían mis papás, yo también fui haciendo mi propio camino”.
México en el cine, el cine en México
El cine, como cualquier otro arte, habla mucho el país comenta Analeine.
Y aunque hasta ahora no tenga una película que hable literalmente sobre México, considera que todas su experiencias se reflejan.
“La Voz de un Sueño es de una familia que se dedica al cobre y en esta tradición familiar, la hija es rebelde, quiere dedicarse al canto. El cine siempre va a reflejar el momento en el que está el país y su pasado. De alguna manera a veces es más directa, como en ciertos documentales o como lo hacen ciertos directores, y a veces de una manera más indirecta. Porque la historia puede ser una ficción pero sigue reflejando la actualidad del país”.
Además, Analeine es un caso extraño en el cine mexicano: una mujer directora. Ella misma acepta que quisiera que existieran más mujeres en el cine.
Por muchos años el oficio del cine era de hombres, asegura.
“Tuve una junta en el STIC (Sindicato de Trabajadores de Cine) y veo las fotos del cine mexicano en los 50’, en los 60’. Había quizás una mujer en el staff. Pero es una tradición que normalmente era de hombres y poco a poco los hombres han encontrado su camino. Hacen falta más, pero yo creo que es un buen momento, al menos en México”.
Pese a ello, Analeine siente que pertenece a una generación distinta, que puede servir como parte aguas.
“Creo que estoy en una muy buena generación que por primera vez tengo varias colegas y amigas que están dirigiendo. Va a estrenar su segunda película Natalia Beristáin, me voy a Morelia con Daniela Ludlow que tiene otra película. Creo que es un buen momento pero sigue habiendo pocas directoras”.
Tras estrenar su segunda película en el Festival de Morelia, Analeine comenzará el rodaje de su primer documental, sobre un tema que le apasiona y quiso darle un enfoque distinto: la eutanasia.
“Se llama Mi Última Risa y es sobre dos vidas paralelas. Por un lado, el doctor Philip Nitschke que es el máximo exponente por la legalización de la eutanasia y una señora que está tratando de buscar el líquido más pacífico para morir. Es un tema dura pero digamos que le puse Mi Última Risa porque va a tener algo de humor. A un tema tan duro quise darle una vuelta y buscar otra manera de ver la muerte”.
Así, Analeine descubrió que Nitschke hizo su propio show de stand up comedy para dar consejos a enfermos terminales sobre cómo morir con sus propios medios. Y ahí encontró el giro que buscaba para contar su historia.
Además, en enero Analeine estrenará su primera obra de teatro en Cine Tonalá del autor inglés Phil Young. Analeine buscó un teatro íntimo donde el público estuviera cercano a la acción ya que el tema de la ceguera es el centro emocional y temático. Por ahora, están confirmados Tenoch Huerta y Sofía Sisniega.
Cierto, el cine no es una carrera de velocidad. Pero Analeine parece llevar la delantera.
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