Black Hollywood: la historia del cine negro

Mar 24 • Spoiler Alert • 6781 Views • Comments Off on Black Hollywood: la historia del cine negro

Salvador Medina Armienta
salvador@elhablador.com.mx

Dice Roman Gubern que la invención del cine significó muchas cosas en la historia de la humanidad. Fue la culminación de veinticinco mil años de esfuerzo. Abrió una puerta que logró consagrar la eterna intención del hombre de atrapar en una lata el dinamismo de la vida. El hombre en la cueva. Pero cuando el cine se creó, la esclavitud tenía apenas unas décadas de ser abolida. El acceso de los afroamericanos a un medio que estaba restringido para quienes tuvieran la capacidad económica de adquirir un boleto o una cámara, fue lento y doloroso.

Para comprender lo que la sociedad afroamericana tuvo que pasar para colocarse dentro de Hollywood hay que saber que los papeles de personas de color eran representadas por personas blancas pintadas de negro con corcho. Algunos de estos artistas fueron: Al Johnson en Hi lo Broadway (1933), Fred Astaire en Swing Time (1936), Mickey Rooney y Judy Garland en Babes in arms (1939) y Bing Crosby en Dixie (1943).

Su Historia

Rastrear la historia del cine afroamericano en Hollywood es complicado. No sólo existen pocos que se atrevan a hablar de la participación de artistas de color en producciones estadounidenses, sino que las pocas que pueden registrarse, se dan frente a la pantalla, no detrás de ella. Es decir, ningún afroamericano se encontraba en la parte creativa o creando cine. Si bien llegaron a trascender artistas como Sidney Poitier como actor e incluso Oscar Micheaux como creador, sus esfuerzos no son considerados sino meros destellos ante el abrumador monstruo que es Hollywood.

A pesar de esto, existen diversos afroamericanos que se hicieron a la tarea de llevar su cultura a los propios y combatir sus estereotipos. Micheaux es quizás el ejemplo más claro de lo que era el cine negro. Entre sus méritos podemos encontrar el hecho que de sus 82 películas afroamericanas filmadas antes de la Segunda Guerra Mundial, 44 fueron escritas, producidas y dirigidas por él mismo.

Pero como pueden reconocer muchos críticos, la obra de Micheaux no era muy rica. Simplemente se dedicaba a atacar los estereotipos afroamericanos que otras películas intentaban perpetuar. En su película The symbol of the unconquered, un ataque directo a la racista The birth of a nation de David W. Griffith, Micheaux se dedica a desarmar la imagen afroamericana que esa película había creado.

La aparición de directores como John Singleton, Spike Lee, Mario van Peebles, así como la consagración de actores como Morgan Freeman, Denzel Washington, Wesley Snipes, Samuel L. Jackson, entre otros, significó una revolución en Hollywood.

Su aparición en la esfera de protagonistas del cine considerado mainstream cambió a Hollywood para siempre. En los cines ya no sólo proyectaban películas donde “aparecían” afroamericanos, sino que ahora ellos estaban detrás de las cámaras creando historias que apelaban a la conciencia de los suyos.

De todos ellos sin duda, Spike Lee es el más trascendente.

Spike Lee: configurador de identidad

Es notorio el hecho de que Spike Lee cargara en sus hombros la responsabilidad de hablar por toda la cultura negra. Do the right thing, la obra que significó su consagración como director, abrió los ojos a la sociedad ante los conflictos raciales que la aquejaban. Se atrevió a tratar libremente las relaciones entre afroamericanos y el hecho de que entre ellos mismos, difieran ampliamente sobre temas tan controvertidos como las relaciones interraciales. “Wake up!” es la frase que caracteriza a la película y a la obra de Spike Lee.

Las películas de Spike Lee no pueden ser vistas como solamente como eso, películas. Son ensayos críticos sobre la sociedad contemporánea que buscan crear conciencia sobre problemas que parecen erradicados pero que siguen ahí. Aunque la mayoría de sus películas tienen lugar en Nueva York, los temas que trata son universales. Refleja lo que él ve de su propia cultura y por ello es entonces criticado. Se le reprocha el crear una imagen falsa alrededor de los afroamericanos pero lo único que hace es reflejar fielmente sus hábitos, costumbres e idiosincrasia.

Así, podemos ver que Spike Lee representa un referente para la cultura estadounidense. Sus películas, como toda obra de arte, son un reflejo del mundo del artista. Su entorno sociopolítico se vuelve parte de él y se vuelve inevitable el hablar de ello.

La cultura afroamericana ha encontrado en Spike Lee un configurador de identidad. Encuentra en él un refugio, un cineasta lo suficientemente capaz de darle, él solo, el lugar que le correspondía. Spike Lee ha trascendido su raza y será, en un futuro, considerado la primera gran figura del cine negro. Sus ideas hoy podrán ser juzgadas desde un punto de vista negro pero en un futuro, cuando Spike Lee haya dejado de hacer películas, sus obras serán consideradas como obras de arte y así, su cine dejará de ser negro y se volverá universal.


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